por daniel "profe" córdoba
La agónica victoria del Pincha bajo la lupa del Profesor Córdoba
En 1 y 57, el conjunto albirrojo derrotó al Pirata en la última jugada de la noche gracias al cabezazo de Eros Mancuso. El reconocido entrenador analizó el encuentro en exclusiva para diario Hoy.
Por Daniel “Profe” Córdoba
A 1 y 57 llegó el Celeste para enfrentar al Albirrojo. El club del centro de nuestro país realmente presentó un equipo muy pero muy disminuido y pobre con respecto a lo que ponía en cancha en el año anterior. Prácticamente no creó absolutamente nada en ataque y tampoco marcó bien. Solamente tuvo dos chances de gol. Después todo fue del local. Tuvo el gol dos veces Carrillo. Tuvo el gol una vez Méndez. Tuvo el gol una vez Altamirano. Tuvo el gol una vez Fernández en un córner. Fue totalmente injusto que Estudiantes no se vaya al descanso ganando. Salvo algún error de los centrales o algún cierre tardío de los laterales locales, Belgrano prácticamente no existió en ataque pero lo peor para el equipo cordobés es que fue un equipo “ni”. ¿Y por qué “ni”? Porque como no atacó tampoco defendió. Se quiso parar de un cuarto a tres cuartos.
Desde el inicio del segundo tiempo, Estudiantes marcó diferencia y volvió a dominar el campo. Volvió a ser el dueño del partido, mientras que Belgrano se convertía cada vez más en espectador del encuentro. Interesante una vez más el ingreso de Javier Correa.
Gran partido de Enzo Pérez, junto con un Ascacibar que se corrió la vida. De hecho, cuando el Pincha entró en una meseta y el partido iba de mal en peor, en gran parte fue por la baja en el rendimiento del volante central. En los cordobeses la única figura que se puede destacar es el arquero, Montero, y Longo, uno de sus volantes centrales. Se moría el juego. Zapiola tiró un nuevo centro al corazón del área y 30 segundos antes del final apareció Eros Mancuso de cabeza para ganarlo.
Triunfo totalmente justo de Estudiantes.
Pero atención que debo marcar esto que me preocupa: el elenco comandado por Eduardo Domínguez se murió físicamente y un equipo no puede estar para jugar a gran ritmo 70 minutos. Otra cosa: el equipo no puede depender como en el campeonato pasado de Godoy, ahora de las subidas de Eros Mancuso y nada más. La temporada recién comienza y siempre es más fácil trabajar cuando se gana.