Las adicciones en el fútbol abren un nuevo debate social

A raíz de los últimos casos de doping positivo que se dieron en el mundo, el consumo de estupefacientes entre los futbolistas de élite encendió la alarma. La falta de prevención, el contexto y la naturalización son algunos de los puntos analizados por especialistas en este informe

Se puede prevenir?, ¿hace falta apoyo?, ¿cuánto influye la fama y el entorno?, ¿cómo considerar al deportista como un individuo más y no estigmatizarlo? Son preguntas que resurgieron tras los casos de doping  que se dieron en el fútbol durante los últimos años. 

Decir que el consumo de drogas está instalado en la sociedad argentina, y también en gran parte del mundo, no es novedoso. La falta de prevención, el contexto, la naturalización social y el lugar en el que se lo pone al jugador muchas veces terminan siendo factores para que el número crezca. Sin ir más lejos, el último miércoles, se conoció la sanción hacia el volante de Gimnasia, Luciano Perdomo, quien recibió un año de suspensión por haber consumido marihuana. En otro ejemplo reciente, hace un mes atrás se le detectó al delantero de la Selección de Perú, Paolo Guerrero (33 años), el metabólico de benzoilecgonina (principal componente de la cocaína). 

El fútbol lleva personas a la cúspide de la ola, y hasta puede convertir a alguien en el personaje más famoso y querido. Puede hacer que las cuentas bancarias crezcan a pasos agigantados, pero también ofrece tentaciones que aparecen con la fama, dentro de una sociedad consumista por donde se la mire. El fútbol no está ajeno a esa situación. Cuanto más poder y gloria se tiene, más ofrecimientos aparecen. Ahí comienzan los problemas, donde el famoso entorno juega un papel fundamental. 

“El futbolista es sujeto de la época, es decir que no escapa a las coordenadas que propone el capitalismo en el que vivimos. Esto pone de manifiesto que en una sociedad en la que el imperativo es gozar sin límites, ningún actor, cualquiera sea su profesión u oficio, puede quedar por fuera de esto”, analizó, en diálogo con este medio, la psicóloga especialista en adicciones, María Victoria de Angelis.

“El futbolista no está exento de las angustias de la vida”

El común de la gente, y sobre todo del mundo del fútbol, ve al jugador como una máquina de alto rendimiento y que, por decantación, deberá llevar una vida saludable y de efectividad máxima. Sin embargo, muchas veces se olvida el aspecto emocional y humano. “El equilibrio psíquico y emocional no viene garantizado por el estado físico del cuerpo, lo cual nos lleva a suponer que, en ese sentido, un jugador de fútbol, aún cuando sus funciones corporales marchen en forma impoluta, está sometido al mismo régimen que todos los mortales. Es decir, a las angustias que la vida le pone por delante”, aportó la licenciada De Angelis.

Con respecto a las consecuencias que lleva el consumo de drogas, la especialista realizó una reflexión: “No alcanza con destacar los efectos negativos que las mismas producen en el sujeto. Es necesario preguntarnos: ¿Por qué una parte de nuestra sociedad elige vivir anestesiada sin aceptar los pormenores y respondiendo al sin sentido de la vida desde ese lugar, engañados en la idea de que la felicidad sería alcanzable en su plenitud por alguna sustancia que parece estar diseñada a priori para tal fin?”. Además, agregó que, para prevenir,  “los clubes deberían proteger a sus jóvenes de estas creencias absurdas, brindándoles a aquellos que han sido alcanzados por la fama y el dinero a corta edad una educación basada en la transmisión de valores humanitarios”.

“La droga caló hondo en la sociedad y en el deporte”

POR paula costantini

Lic. en Psicología. Mat. 52070. 

Especialista en adicciones.

“Definitivamente, el cambio a nivel social con respecto al consumo de sustancias psicoactivas, como drogas y alcohol, caló hondo, y esto se ve reflejado en el deporte en general y en el fútbol en particular. Hoy, la sociedad consume más y le preocupa menos. La fama, el dinero y el mundo que rodea a esta disciplina pueden marear al futbolista. Eso no necesariamente termine en el consumo de drogas, pero es importante estar preparado psicológicamente para no dejarse llevar. 

Frente a casos de doping positivo, los clubes deben intervenir y no mirar para el costado. Estamos hablando de una enfermedad crónica que afecta muchos ordenes de la vida. Es importante entablar un diálogo abierto, amable, contenedor y no inquisidor.

El futbolista, como cualquier otro ser humano, está atravesado por lo familiar, lo biológico y social. Es importante considerar que no es un robot ni mucho menos una máquina de generar éxito y dinero. El jugador necesita contención, acompañamiento y guía, y esto es en parte responsabilidad del club que lo contrata. No solo falta prevención en adicciones en los clubes, sino también una visión global del deportista al que le pasan cosas y al que lo social y familiar lo pueden determinar para bien o para mal”.

Ayer y hoy: cuando las sustancias y el alcohol se mezclan con la pelota

Más allá de los casos de Perdomo y el peruano Paolo Guerrero, el fútbol tiene, lamentablemente, muchos ejemplos de jugadores  involucrados con el consumo de sustancias.

El caso paradigmático es el de Diego Armando Maradona, quien cayó en la tentación, empañando su carrera.

Sin embargo, en la Argentina se recuerdan varios nombres vinculados a diversos excesos.

René Houseman

Tuvo etapas de mucho alcohol y depresión

Claudia García

Se recuperó del consumo de cocaína

Ariel Ortega 

Problemas con el alcohol

Alberto Tarantini

Detenido por tenencia y venta de cocaína

Daniel “Lobo” Cordone

Sancionado por consumo de marihuana

Brian Fernández

Doping positivo de cocaína en 2015

66: son los casos de doping positivo que se registraron en el fútbol argentino, desde 1974 hasta la fecha  

En el plano internacional, los ingleses Wayne Rooney, Paul Gascoigne y George Best, más el rumano Adrian Mutu (se retiró por su adicción a la cocaína), son los casos más conocidos.

Cómo diferenciar entre uso, abuso y dependencia

En cuanto al consumo de sustancias propiamente dicho, cabe destacar que existe una diferencia entre el uso, el abuso y la dependencia emocional hacia determinadas drogas. En este sentido, la licenciada De Angelis le explicó a diario Hoy: “El uso, como el término lo indica, hace referencia a una persona que usa una sustancia, pero puede prescindir de ella en su vida diaria. En el abuso, la abstinencia genera angustia y la persona busca el efecto tóxico aún sin gustarle los efectos. En el caso de la dependencia, la angustia se genera porque la abstinencia de la misma es insoportable y esto hace que se inicie un lugar de privilegio, por encima de cualquier otra actividad de la vida del sujeto”.

Ante esta diferenciación, la psicóloga Paula Costantini especificó que en el caso de un futbolista “es difícil detectar si está o no en consumo. Sin embargo, en quien tenga un problema de adicción, sus síntomas serán manifiestos a lo largo del tiempo: comienza a faltar a los entrenamientos, tiene mayor irritabilidad y desgano, incluso se perciben cambios en su aspecto físico y estético. Lo más importante es ver su conducta general y el desarrollo de su personalidad para identificar la problemática”.

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