EXCLUSIVO
A solas con Pilar Gamboa
Pilar Gamboa estrenó uno de los roles más importantes: el de ser madre. En diálogo con diario Hoy revela detalles de su nueva vida en medio del aislamiento social obligatorio.
La primera motivación para hablar con Pilar Gamboa fue Manual de supervivencia, serie de Victoria Galardi que Movistar Play estrena mañana. Inevitablemente, en una conversación exclusiva con
diario Hoy, salieron a la luz temas como su reciente maternidad, el aislamiento social obligatorio, su pasión por el teatro, Piel de lava, el cine y la liberación de contenidos.
—¿Cómo te encuentra este momento en el que, además, debutás como mamá de Manuel?
—La verdad es que el puerperio es bastante parecido a una cuarentena, una cuarentena real. Son 40 días que no podés salir a la calle ni hacer nada, y es lo que le está pasando a todo el mundo, no podés salir a la calle, y no entendés absolutamente nada, pero con un bebé. Es como una película de ciencia ficción, como todos, pero más, con un bebé recién nacido, que no lo conoce ni mi papá, nadie. Es muy bizarro, pero también hay algo del mundo del bebé, que no podés hacer afirmaciones categóricas, obligándote a estar tan presente en el mundo real que me olvido de la pandemia.
—El paréntesis obligado ayudó a que estén en familia…
—Sí, tal cual, igual yo soy re amiguera, quiero que vengan ya mis amigos, que lo agarren a upa. Me gusta eso. El lado positivo es ese, pero del negativo ni hablamos, porque todo me parece negativo del coronavirus.
—Además de la maternidad seguís conectada con el arte. Vimos algunos desafíos con el elenco y equipo de La Flor (2018, Mariano Llinás) con canciones y demás…
—Hice algo para Leer en casa, pero antes que naciera Manuel. Lo del challenge fue lo más divertido de la cuarentena. Estamos intentando aportar un poco de algo en medio de este contexto tan extraño.
—La cuarentena la estamos llevando adelante gracias a ustedes, por eso es medio injusto que ustedes sean los últimos que vuelvan y que vivan de sus ahorros…
—¿Qué ahorros? Solo algunos, uno viene del teatro independiente, de dar clases, tampoco se puede. Es una situación complicada, porque el teatro es vincular. Me dicen: “Se puede ensayar por Zoom”, ¿qué es esa porquería? Me cuestan los cambios y me dicen: “Cambió un paradigma”, me parece malísimo como cambió. En el teatro lo que uno hace arriba del escenario es lo que consigue a modo vincular con los compañeros. La terquedad es una genialidad en el armado y ensamblado que hizo Rafael Spregelburd, y lo que nos divertimos en los ensayos, cuerpo con cuerpo, eso tiene que ver solo con la cercanía y no con el Zoom.
—¿Con qué galas vas a recibir Manual de Supervivencia en su avant mañana a las 20 por YouTube?
—Vos si me ves ahora yo soy una teta, me repito: “No soy una teta”, ese es mi mantra. Voy a acompañar a Victoria y a los chicos. Pero creo que estaré con una camisa manchada de leche y con el pibe colgado de la teta. No voy a tener mucho glamour en el estreno, pero voy a estar acompañando.
Todo sobre Manual de supervivencia
“El guion era muy sólido, no pasa seguido, me pareció increíble, me tocó estar con Esteban Bigliardi con quien tenemos en común historia. A Victoria no la conocía y fue una grata sorpresa encontrarme con ella en el set, primero por como lo dirigía el set, que era lindo de ver, y también a los actores. No necesitaba cubrirse, que es algo que vengo pensando hace tiempo, eso de que te hacen filmar miles de versiones para “cubrirse”. Es un pensamiento más de la publicidad eso, cubrirse, ante quién, acá ella lo tenía muy claro, tenía el tiempo, quería plano secuencia y lo logró, tenía que ver más con lo teatral que con el plano contra plano de la serie común. La serie me encanta, tiene un humor muy sutil y delgado, cero lugar común, y si bien en mi capítulo no me tocaba trabajar el humor sino más bien lo otro, se hizo con la misma profundidad. Está muy bien Bigliardi y todos los secundarios, que son las series que más me gustan, con secundarios con una línea dramática, no que abren y cierran la puerta y ya, acá hay un trasfondo, todo lo que hacen los compañeros es increíble con Esteban a la cabeza, no me deshago en halagos en general si las cosas no me gustan pero acá me gustó mucho”.
“El teatro filmado no me gusta”
En cuarentena creció la emisión online de teatro. Una de las obras fue La terquedad, con Gamboa. Al respecto, la actriz dijo: “Me pasan cosas contradictorias, el teatro filmado me parece malo, no me gusta, entiendo la época, el confinamiento, todos adentro. No me convence, que alguien venga y me diga: Vi La terquedad online, bueno, pero no la viste. El teatro es el hecho más vivo que hay, y por eso esta situación es desgarradora, no hay manera de suplantar el vivo”.
Y continuó: “La teatralidad surge cuando tenés el cuerpo del actor al lado respirándote, ahí está la magia. El teatro online no es para mí, lo que hizo el Teatro Nacional Cervantes está bueno porque nos pagan por eso, y nosotros somos los últimos orejones del tarro. El mundo de la cultura, en ese sentido piensa que los artistas se arreglan, y vos tenés que pagar el alquiler, no entrás en la categoría para pedir la ayuda. Pero lo del teatro online te la discuto de acá a la China. Pienso que el arte ayuda a pasarla, cuando mi viejo estaba internado, en la época que se escuchaba discman, me pidió discos de Miles Davis, es medio fanático del jazz, y eso lo salvó. Es medio berreta eso del alimento para el alma, pero es un poco eso el arte”.
La película La Flor, online en cuarentena
Elisa Carricajo, Valeria Correa, Laura Paredes y Gamboa son los protagonistas de la épica película de 14 horas de Mariano Llinás dirigida lo largo de 10 años, Piel de Lava. Arriesgada, inclasificable, una experiencia cinematográfica única. Un manifiesto y una propuesta que invita a perderse y encontrarse en la multiplicidad de historias que no siempre tienen interrelación entre sí. Cada una contiene en sí misma la clave y la locura que encierra esta obra que destila ingenio en cada uno de los planos que propone: principalmente, en cada historia separada que dispara.
La película se liberó online durante la cuarentena. “Hubo mucha conversación con Mariano Llinás, porque todos estábamos con una terquedad que La Flor hay que verla en el cine, y sigo sosteniendo que hay que verla allí, pero si no la liberás en el confinamiento sos un careta”, dijo Gamboa y agregó: “Todos decían antes que no tenían 14 horas para verla, ahora el careta sos vos si no la ves en un momento en el que no tenés otra cosa para ver. Estuvo buenísimo, la vio un montón de gente y eso termina siendo lo bueno. Creo que La Flor no iba a llegar a ser tan masiva si no la
liberábamos”.