Entrevista exclusiva

Alex Hassell: “Tengo una profunda relación con Shakespeare”

El talentoso intérprete británico es parte de una nueva adaptación de Macbeth, que dirigió Joel Coen en solitario, en blanco y negro y con primerísimos primeros planos, filme que suena fuerte para la temporada de premios venidera.

The tragedy of Macbeth, una nueva película original de Apple, tiene a Joel Coen, en solitario, tras las cámaras, adaptando el clásico de Shakespeare y con un elenco encabezado por su esposa, Frances McDormand, y Denzel Washington, con Alex Hassell como Ross, rol clave de la tragedia. Para conocer más del trabajo en la película, diario Hoy habló en exclusiva para Argentina con Hassell, a quien, además de verlo desde el 14 de enero en el filme en AppleTV+, pudimos disfrutarlo en la adaptación de Cowboy bebop que Netflix realizó, donde encarna a Vicious.

Definiéndose como un hombre de teatro, su pasión por los musicales y William Shakespeare lo llevaó, desde muy joven, a interesarse por el mundo de la interpretación. Un puñado de participaciones en producciones de épocas y roles claves en propuestas como Cold mountain, Suburbicon, The miniaturist y The boys lo posicionaron como uno de los grandes actores ingleses. Este 2021 pandémico lo tiene como protagonista de la atrapante adaptación que Joel Coen hizo sobre el clásico Macbeth para el cine, en una profunda relectura para los tiempos que corren, de la tragedia de un hombre que hizo de la traición una moneda corriente. Pero no solo este clásico lo tuvo en el candelero, su participación en la serie de Netflix, basada en una de las animaciones con más fanáticos también le sirvieron para dar a conocer su arte.

—Antes de hablar de la película, lo primero que quiero preguntarte es: ¿cuándo supiste que ­querías ser actor? ¿Tenías algún referente o actor preferido?

—Tenía 12 años, fui a ver una presentación amateur musical de Navidad, hecha por jóvenes, fui golpeado por el espectáculo y supe inmediatamente desde ese momento que era lo que quería hacer. No tenía familiares o referentes en la actuación, continué viendo musicales amateurs hasta que llegué a Londres, empecé a profundizar en Shakespeare, fui a la Escuela de Drama. Desde siempre admiré a James Dean y Marlon Brando, fui un gran fanático de su arte desde mis 16 o 17 años, desde que empecé en la Escuela de Arte Dramático.

—Hablaste que comenzaste viendo muchos musicales amateurs, ¿hoy en día tenés algún género favorito para interpretar?

—Me gusta el drama, me gusta la comedia por supuesto, pero me gusta cuando me tocan estos personajes tan desagradables y con muchas capas. Disfruto encarnar su psicología, porque son completamente diferentes a mí, me gustan los roles complicados, malos, violentos, nada que ver conmigo, me parecen fascinantes, me gusta el drama, pero también disfruto de la comedia.

—Este año te han tocado desafíos como este o tu personaje de Cowboy bebop, ¿qué te llevás para tu vida de estos roles?

—Trato de comprender por qué estas personas hacen lo que hacen, sus motivaciones, mentales o físicas, trato de entender cómo logran esos permisos para hacer las cosas que hacen.

—¿Cómo armás tu carrera? ¿Sos de elegir a los personajes con cuidado?

—Sí, en tanto que en la película como en la serie, tuve que audicionar, pero no fue una decisión difícil, cuando me dijeron que quedaba, dije “sí, por favor”.

—¿Cómo preparaste tu interpretación de Ross? ¿Cómo fue el trabajo en el set con Joel y los compañeros? ¿Cambia la manera de trabajar al ser una película en la que hay pocos elementos escenográficos y primerísimos primeros planos?

—Fue una de las experiencias más maravillosas y reconfortantes que tuve hasta ahora en mi profesión, rodeado de personas tan talentosas, de las mejores, perceptivas e inspiradoras, como Joel, una persona increíble y un excelente director, Frances, Denzel, toda la compañía, fue embarazoso para mí acercarme a ellos, pero fue muy fácil hacerlo.

En términos del trabajo en el set, lo que hizo Joel con los primeros planos fue concentrarse en la historia, pero en las palabras, los diálogos, los puso en el centro de la película, y al tener la cámara tan cerca debías concentrarse en las palabras, la cámara veía eso. Siendo fanático de Shakespeare, conociendo su obra, fue increíble poder concentrarme en sus textos.

—¿Y qué pasaba con el resto del cuerpo cuando tenías la cámara tan cerca?

—Esta es una pregunta fantástica, porque al tratar de comprender lo que estás diciendo, su verdadero sentido, especialmente en una película como esta, tratas de que el cuerpo esté supeditado al proceso de deseos de tu personaje. Querés narrar con cada parte tuya, y Ross me dio el privilegio de hacerlo, también por la maravillosa vestimenta de Mary Zophres, esbelta, que me hacía caminar de una manera muy particular, en un sentido, con estas alas grandes, que requerían cierto andar femenino, que fluía, y me hacía ver de una manera particular, haciendo que los movimientos fueran de una manera particular, femenina y masculina a la vez, que también eso influía en cómo decía las cosas, las palabras, y con los primeros planos se puede ver esto.

—Has participado de una infinidad de producciones en las que la vestimenta de época te pone de otra manera en la pantalla. ¿Qué tanto te ayuda para actuar y entrar en la época que se narra?

—La vestimenta muchas veces impone algo al ­proceso, porque al leer el guion puedes imaginar cómo es un personaje, pero con la ropa se completa esa idea.

En otras oportunidades la vestimenta es completamente diferente a cómo la imaginaste al leer el guion. Por eso puede funcionar de diferentes maneras. En la película la vestimenta me ayudó a encontrar al personaje, de diferentes épocas, y eso permite contar además maneras de la época, el mundo de una manera diferente, desde ella.

—¿Qué sentís cuando llega a vos la oportunidad, una vez más, de trabajar un texto de Shakespeare, no solo en esta propuesta cinematográfica, sino en general, para teatro, cine o televisión?

—Tengo una profunda relación con Shakespeare, amo cada oportunidad que me llega, porque me ofrece nuevas oportunidades que me inspiran, como esta que me acercó Joel. No tengo por el momento hacer alguna obra de Shakespeare, me encantó esta oportunidad, y el rol que me tocó de Ross.

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