Entrevista Exclusiva
Arnaldo André, amo y señor de la TV
En diálogo con diario Hoy, el intérprete recorrió su vasta trayectoria como cineasta, autor de una obra literaria y galán de novelas románticas.
Arnaldo André construyó su carrera en programas icónicos de la TV argentina como Piel Naranja, Amo y Señor y Amándote, entre otros, con picos de rating que nunca más se volvieron a repetir. Tras su paso por producciones costumbristas, el actor dirigió cine y se abocó a la escritura de Por lo que usted y yo sabemos, autobiografía donde recorre su vida.
Durante una charla con diario Hoy, el artista repasó su trayectoria y habló sobre proyectos para el futuro. Además, analizó las escenas que protagonizó en otros tiempos, pero anclándolas en este contexto de luchas y conquistas de género.
—¿Cómo transitás este momento tan inusual?
—Es inusual de verdad, pero uno se termina acostumbrando a esto de estar encerrado. No la paso mal porque he tenido días de sol para leer, tomar mates, hacer gimnasia, miré películas por Netflix, y también pude disfrutar de más horas de sueño. Somos afortunados en un contexto de tantas necesidades porque la gente necesita trabajar, deben llevar alimento a sus casas. En relación con la cuarentena, trato de cubrir mi tiempo, mis horas y lo logro, pero es algo que me anula un poco el poder creativo porque no estoy pensando en lo que voy a hacer. Esa parte es la que no me gusta. Supongo que con el correr de las semanas se va a modificar y voy a poder pensar más profundamente en lo que viene por delante.
—Escribiste Por lo que usted y yo sabemos. ¿De qué manera viviste la experiencia?
—Creo que bien, porque se dio una venta interesante. Significó haber cumplido un deseo, así como sucedió con mi primera película, finalmente gracias a Dios pude hacerlo y seguir adelante.
—Escribiste, dirigiste y actuaste, ¿te queda alguna arista por recorrer en relación con el arte?
—Creo que me estanco ahí, no pretendo otra cosa porque la música no es lo mío. La admiro mucho en realidad, como también a las artes plásticas, pero ni la pintura ni el dibujo tienen que ver conmigo. Debería iluminarse una luz para que me entusiasme con algo más.
De novelas y cachetadas
—¿Creés que la telenovela se explotó en demasía?
—Creo que aún hay mucho para explotar. Siempre digo que hay que volver a los clásicos, no repetir novelas o argumentos, sino ir para el lado del romanticismo porque la historia de amor funciona muy bien. Se han despegado de ello. En otros países se hacen, se venden, de hecho acá transmiten.
—Junto a Luisa Kuliok hicieron una pareja icónica en Amo y Señor. ¿Creés que esa dupla sería posible en la actualidad en contextos de lucha de género?
—Tengo recuerdos muy lindos de esa época, estábamos muy entusiasmados y no podíamos creer lo que sucedía con la aceptación del público y los puntos de rating. Hasta hoy hablan de Amo y señor. Esas escenas como la del cachetazo serían imposibles hoy en día. No podría ser, hoy la gente está más con los ojos abiertos como también los medios de comunicación. Así descubrimos que se usan para orientar a las personas, para ayudarlas, sobre todo a aquellas que sufren los maltratos, que sepan que pueden reclamar, tienen ayuda.
Un año que empezó con teatro y playa
En los escenarios ha protagonizado varias producciones. Mentiras Inteligentes fue la última obra teatral en la que estuvo junto Nora Cárpena, Micaela
Vázquez y Federico Bal, en la ciudad de Mar Del Plata. Anteriormente la había protagonizado con Flor Torrente, Mariano Martínez y Betiana Blum.
—Hiciste temporada en el verano, ¿qué reflexión podes dar al respecto?
—Fue una temporada de la que esperábamos menos pero funcionó muy bien hasta de pronto tuvimos que terminar 15 días antes por el problema de salud Federico Bal que por suerte está bien con su tratamiento. La pasamos muy bien. Tenemos pendiente una gira pero no sabemos cuándo se hará porque cuando todo esto se normalice, nuestra actividad es una de las últimas que va a activarse. Se está calculando que si todo vuelve a la normalidad, nosotros podremos hacer una obra en enero o febrero. Para ese entonces ya no sé dónde nos encontrará.