Crónica de una neurosis anunciada

Durante algunos días, Adele padeció una gripe crónica cuya consecuencia, efímera e inesperada, fue la pérdida de su voz. Por este motivo, canceló un concierto de su gira en Arizona y ahora somete a los integrantes de su productora a un protocolo obligatorio

Adele es reconocida por sus fabulosas canciones, como Someone like you y Rolling in the deep. Sin embargo, en la actualidad es noticia por sus trastornos obsesivo-compulsivos (TOC). Sus compañeros de trabajo no salen de su asombro en cuanto a las manías y rituales de higiene a los que la intérprete se “encadenó”. Según algunos rumores, transita un momento complejo, ya que sus neurosis están invadiendo el ámbito laboral. La cantante no comparte ningún objeto de cocina ni de baño con otras personas, además de utilizar barbijos y guantes de látex cuando se encuentra fuera de su estudio.

Hace unos días, la rubia comenzó a preocuparse intensamente por su salud y las posibilidades de contraer alguna patología por el contacto diario con sus empleados. Por este motivo, contrató a un médico para que examine a las personas que estarán en la próxima gira y determine quiénes están lo suficientemente sanos  para que la estrella de la canción pueda compartir e interactuar con ellos, sin temer por el contagio de ninguna enfermedad. 

A través de la exótica y obsesiva medida, la intérprete evitará las interrupciones en los ensayos, las licencias médicas y también las innecesarias cancelaciones de conciertos por inconvenientes en su voz. Durante su experiencia en Arizona, en donde suspendió dos presentaciones, planificó esta solución y, debido a ello, contactó a  un equipo exclusivo de profesionales de la salud, dedicados a la medicina laboral. Al respecto, expresó: “Cancelé un concierto de mi gira en Arizona, porque no me encontraba bien y nunca me sentí tan devastada en toda mi vida. Ahora, hayun profesional permanente en el equipo que le da una placa a algunas personas, y quienes la reciben son las personas a las que puedo acercarme, saludarlas y tocarlas. Si no tienen placa, pasan a estar en cuarentena”. 

Sin embargo, esta mujer no gana para disgustos. Con la intención de recuperarse, decidió tomarse unos días de descanso e instalarse en su mansión de Los Ángeles. En estas minivacaciones pudo sanar los síntomas de la gripe pero su cuerpo sufrió quemaduras por su exposición al sol, sin ninguna protección. 

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