Una gran cantidad de cineastas se acercaron a este género musical con resultados variopintos. Algunos, como Wim Wenders y Martin Scorsese, hicieron confluir ambas expresiones artísticas en obras de gran calado.
En 1953, un disc jockey de Cleveland, Alan Freed, empezó a pasar una música relacionada con el rhythm and blues, pero más rápida. La llamó “rock and roll” y tuvo un gran éxito entre su audiencia, mayoritariamente negra. Desde entonces, el rock quebró las barreras raciales y geográficas, y se valdría también del cine como escenario.
La primera película que incorporó canciones de ese género al cine fue Semilla de maldad, en la que, al compás de Rock around the clock, de Bill Haley, un profesor intenta llevar adelante un curso integrado por delincuentes juveniles.
El director alemán Wim Wenders dijo haber descubierto su estilo cinematográfico en las tapas de los discos de rock y, en sus películas, tales como París, Texas, Alicia en las ciudades o Las alas del deseo, este estilo musical juega un papel fundamental en la creación de atmósferas.
Pero, mucho antes, el norteamericano Richard Lester armó dos películas en base a canciones de los Beatles, Anochecer de un día agitado y Help, películas ingeniosas en las que la trama no era una monótono eslabonamiento de escenas utilizadas como excusa para intercalar canciones, sino historias contadas desde el humor y que permitían dimensionar el inédito fenómeno de la beatlemanía.
En febrero de 1964, los Beatles se presentaron en el programa de Ed Sullivan, que se transmitía desde CBS Estudio 50 de Nueva York. Esa actuación fue el eje de la película I wanna hold your hand, en la que cuatro adolescentes hacen desesperados intentos por conseguir entradas para el show. Una película que significó un doble debut: el de Robert Zemeckis como director, y de Steven Spielberg como productor. Los Beatles no aparecen salvo en un momento, en el que la cámara muestra las piernas de los músicos, pero no los rostros.
También en nuestro país el rock fue abordado por el cine. Pajarito Gómez, una vida feliz es una película de 1965, dirigida por Rodolfo Kuhn, que tuvo como coguionista a Paco Urondo. Muestra la trastienda en la que juntaron las piezas para construir una estrella de rock mediática, tal como los fabricaba El Club del Clan.
El filme fue nominado al Oso de Oro en el Festival de Berlín.
Adiós Sui Géneris es una película de Bebe Kamin, grabada el 5 de septiembre de 1975, que documenta el recital de despedida del dúo más famoso de la historia del rock argentino. Fue filmada a cuatro cámaras, además se muestra el detrás de escena y la opinión de algunos de los 35.000 asistentes.
Tango feroz es quizá el intento más ambicioso de enlazar rock y cine argentino. Película de 1993, dirigida por Marcelo Piñeyro, en la que se pretende contar la historia de uno de los fundadores del género en nuestro país –Tanguito–, pero en la que curiosamente no hay canciones del homenajeado, sino una banda sonora especialmente compuesta para el filme. Una película que desinfló los ánimos de los conocedores de la historia del rock vernáculo, como si el rock y el cine hubieran parido un hijo bobo.