Darío Sztajnszrajber: “Se puede leer la realidad social de una forma distinta a la usual”

A partir de un diálogo entre la historia argentina y la filosofía, Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber realizan una puesta en común para descubrir los rincones de los mitos universales. En este intercambio conjunto, los espectadores también participan.

Durante una charla con diario Hoy, Darío dio a conocer esta obra que se presentará el domingo, a las 21, en el Teatro Coliseo Podestá, en calle 10 entre 46 y 47.

—¿Bajo qué circunstancias surge este proyecto?

—El proyecto surge hace más de siete años, pues junto a Felipe Pigna estamos trabajando, cruzando la historia y la filosofía sobre distintos tópicos. Cada año va cambiando y esta vez decidimos trabajar la cuestión de los mitos. Hay muchos análisis, mitos en el doble sentido, los personajes que tienen una impronta muy fuerte.

—¿Cuáles son las consignas que utilizan? ¿A partir de qué disparadores pueden pensarse o invitar a reflexionar?

—Tiene que ver con cruzar mitos griegos y bíblicos que son los que analizo por un lado, con estos mitos de la historia argentina por el otro. Es un trabajo de análisis de alguno de estos mitos griegos más importantes. También hay patrones que después releemos en algunos casos emblemáticos de la historia argentina.

—¿Cómo responde el público?

—Siempre es diverso. En un momento cuento el mito de Lilith que se supone que fue, según algunos relatos, la primera mujer de Adán y fue ocluido en la historia de Occidente, de las lecturas bíblicas tradicionales. Ahí hay una reacción muy efusiva por lo que implica esta figura y el modo en que se pelea con Adán. Obviamente que todas las lecturas que hace Felipe en relación a poder ver la historia argentina desde otra perspectiva desacralizando la idea como el granero del mundo, la conquista del desierto. También sentimos que impactan fuerte en el sentido común. Cualquiera que venga a ver nuestro espectáculo sabe que hay que desplazarse del sentido común desde el cual se vienen pensando las cosas cotidianamente.

—¿Por qué recomendarías al público que concurra a la función?

—Quiero que la gente venga más aún si se quieren movilizar un poco, entretenerse pensando. Tanto Felipe como yo venimos de la docencia, ambos apostamos a que la docencia no sea una bajada de línea ni un desarrollo informativo sino una invitación para que el otro se transforme. Esto supone poder abandonar dogmas o lugares cómodos. Este es un encuentro en el que hay una desestabilización fuerte de los lugares en los que uno se siente seguro. Me parece que está bueno darse cuenta que hay otra realidad, que por algo estuvo oculta, y que se puede leer la realidad social de una forma distinta a la usual.