El músico no vidente que se encariñó con La Plata

El cantautor Nahuel Pennisi, ganador del premio Gardel 2016 con su álbum Primavera, se presentará este viernes en la ciudad. Mientras tanto, piensa en su segundo disco, que grabará en Los Ángeles

El año 2016 fue inolvidable en la carrera del cantautor Nahuel Pennisi, que logró dar el paso y comenzar a vivir de la música. El sello Sony Music sacó a la venta su disco Primavera en octubre del año anterior y lo catapultó a los premios Gardel, donde se llevó el reconocimiento en la categoría mejor álbum nuevo artista de folclore. Además, tuvo un paso por los Latin Grammy en Las Vegas, donde pudo realizar un show en vivo para los presentes.

La trayectoria del músico no vidente comenzó en la calle, donde se ganaba algunos pesos tocando la guitarra. Fue en el año 2009 cuando dio un salto importante en su vida, el día que tocó por primera vez en el Festival de Folclore de Cosquín y conoció al intérprete Luis Salinas, con quien comenzó a compartir distintas presentaciones.

Después de ese momento, llegó su primer disco independiente, Nahuel Pennisi, el sueño de la canción (2012), y en octubre de 2015 firmó con la compañía musical con la que lanzó su álbum Primavera el 11 de diciembre de ese año. Es este último trabajo el que el joven de 26 años presentará el viernes en La Plata. La cita es a las 21 en el teatro de calle 43 entre 7 y 8, y en diálogo con este medio anticipó su recital.

—¿Qué estás preparando para el show del 12 de mayo?

—Vamos a cerrar el ciclo de Primavera, mi disco, que ya está llegando a su fin. En este trabajo lo más importante fue haber reafirmado todo de una manera muy bonita, con canciones versátiles y covers que cantamos todos. Además, estará como invitada una amiga de toda la vida, que quiero mucho, Silvana Di Mateo.

—Venís seguido a tocar a La Plata, ¿a qué se debe?

—A la relación que construí con el público y a que me gusta mucho la ciudad, la admiro, y cada vez que voy me siento local. Siempre que puedo viajo para allá, porque tengo amigos y gente que quiero muchísimo. Además, ir a tocar seguido es una alegría, hace que uno se renueve con la música, necesitás mostrar lo que se siente.

—¿Cómo sigue el trabajo después de la despedida del disco?

—Mi cabeza ya está pensando en el segundo álbum, que la semana que viene ya empezaré a grabar. Al día siguiente del recital en La Plata voy a viajar a Los Ángeles para grabar el segundo disco. Tengo una gran curiosidad por esta propuesta y por poder trabajar allí. Estoy agradecido a todos por confiar en mí y el trabajo que hago. 

—¿Qué fortalezas y debilidades fuiste encontrando en tu camino como artista?

—Creo que la mayoría son fortalezas, porque la música siempre me regala experiencias muy lindas. Sobre todo por el hecho de estar en relación y al día con los sentimientos, lo que significa una ventaja maravillosa, además del hermoso contacto con la gente. Por otro lado, las debilidades tienen que ver con el exceso de responsabilidades, pero siempre pasa cuando uno se compromete con el trabajo discográfico, la carrera, la grabación de un álbum. Así, los tiempos se acortan, como también lo que uno quiera hacer, pero cuando es por la causa de la música lo hago sin pensarlo.

—Antes de vivir este presente hacías música en la calle, ¿cuáles fueron las enseñanzas más fuertes que te dejó?

—La calle es una escuela, una universidad, que te enseña mucho a valorar lo que sos, lo que querés, lo que tenés, la esencia de la simpleza, la sencillez, la sensibilidad. Creo que me dio el aprendizaje de apreciar cada cosa que tengo. 

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