Francisco Delgado: “El medio puede ser muy cruel”
El exparticipante y ganador de Gran Hermano habló sobre sus inicios en la farándula. Además, brindó detalles sobre su situación sentimental y la relación con sus ex, Gisela Bernal y Barby Silenzi
Como soñaba con ser profesor de Educación Física, inició sus estudios en la Universidad Nacional de La Plata. Años después, Francisco Delgado dejó la carrera y se dedicó a formarse como instructor de spinning. De forma paralela fundó su primera pyme, una agencia de modelos en la que trabajaba como organizador de eventos y representante artístico.
Con el transcurso del tiempo comenzó a tener pequeñas participaciones en diferentes producciones hasta que llegaron varias propuestas laborales en el exterior, como por ejemplo Perú, Barcelona y Ecuador.
En la actualidad, Francisco está al frente de un programa radiofónico y de otro televisivo, cuya producción pertenece a Endemol.
Durante una entrevista íntima con diario Hoy, el mediático se expresó sobre su paso por Gran Hermano, el reality show que lo llevó a la fama. Además, detalló otras intimidades con respecto a su vida amorosa y el vínculo construido con sus dos hijos, Ian y Elena.
—Suele suceder que los ganadores de los realities desaparecen después de un tiempo. En tu caso ocurrió lo contrario, ¿qué estrategia llevaste a cabo para ello?
—Es cierto que suelen desaparecer. Creo que nadie que entre a un reality tiene que creer que se va a salvar de por vida o que por lo menos va a trabajar en el ambiente artístico o en televisión. Lo sabía desde antes de ingresar a Gran Hermano, porque venía trabajando desde hacia un tiempo en los medios de comunicación. Por ejemplo, durante tres años, en Ecuador fui conductor en Aventura paraíso, un programa de deportes y viajes. En Perú y Barcelona estuve en proyectos de moda y televisión. También en la Argentina hice cosas muy chiquititas en radiofonía, en TV Compras. Al tener una relativa experiencia se me hizo mucho más fácil involucrarme, porque tenía cierto recorrido transitado.
Continuar en los medios y permanecer depende de lo que uno mismo tenga para aportarle al ambiente, de la preparación que posea. En mi caso, tenía las dos cosas, experiencia y preparación. Lo más importante fueron mis ganas. Quiero seguir en esto porque, hoy por hoy, es mi trabajo.
—Conociste ambos lados de lo mediático. ¿Qué tal lo viviste?
—Hay que tener en cuenta que tengo dos exmujeres que son Gisela Bernal y Barby Silenzi, quienes están en el ambiente artístico. Con la primera tuve a Ian y con la segunda a Elena.
Sucede que, por cuestiones mías o de ellas, solemos estar involucrados en polémicas mediáticas. Es el otro lado de la moneda. El medio tiene un montón de cosas hermosas y también tiene otras nefastas, como los líos. No está bueno ser parte de cuestiones que conciernen a mis hijos o a las mamás. Pero, como te digo, hay que aprender a convivir con eso. En un momento me afectaba mucho y no la pasaba nada bien. Ahora me acostumbré a estas cuestiones, porque al participar en este trabajo hay que conocer las desventajas de permanecer. Te arriesgás a que hablen de vos, que opinen de tu vida, que debatan y que la crítica no sea positiva. Esas son las reglas del juego, porque el medio suele ser muy cruel.
—¿Cómo es un día en tu vida junto con tus hijos?
—Ian es más grande y como tiene 4 años ya se queda a dormir conmigo en casa, sobre todo los domingos. La pasamos bárbaro. Vamos siempre al shopping y como es fanático de los fichines lo llevo a los juegos de los centros comerciales y a los parques de diversiones. En cambio, cuando estamos en casa, dibujamos y miramos películas. Le gusta mucho Peppa Pig. A Elena la veo un poco menos, en primer lugar porque la relación que tengo con su mamá es muy difícil. También se ha quedado a dormir en mi casa, le hago la comida, salimos a pasear.
—¿Cuál es tu situación sentimental?
—Soy enemigo de los títulos. Estoy con alguien, aunque no tengamos un rótulo oficial. Se llama Luciana, es hermosa y oriunda de Río Negro. La conozco desde hace mucho tiempo, aunque estamos juntos hace unos pocos meses. Nuestro vínculo comenzó como un juego. Nos fuimos enganchando hasta el día de hoy que, por supuesto, estamos juntos y muy contentos. Ella vino unos días a San Bernardo, porque estoy trabajando en la Costa.