Ivos Hochman: “Contar con el apoyo de Fito y su bendición fue importante”

El talentoso intérprete asume uno de los desafíos más grandes de su carrera, encarnar nada más ni nada menos que a Fito Páez, y su trabajo es impecable.

La esperada El amor después del amor, serie basada en la vida de Fito Páez, ya está disponible en Netflix. Dirigida por Felipe Gómez Aparicio y Gonzalo Tobal, la serie está protagonizada por Ivos Hochman, Micaela Riera, Daryna Butryk, Julián Kartún, Andy Chango y Joaquín Baglietto, entre otros, y narra diferentes momentos de la vida del ídolo musical desde sus tímidos inicios en el rock hasta su explosión con el emblemático disco que da nombre al proyecto. Hablamos en exclusiva con Hochman para saber más de su impactante trabajo en la serie.

—¿Cuál era tu vínculo con Fito Páez?

—¿Con la persona real o con el artista?

—Vamos con el artista y después vamos con la persona real...

—Te lo pregunto porque son dos vínculos distintos y es muy loco eso también de este proceso. Un poco mi vínculo con Fito artista es bastante parecido al de la gran parte de los argentinos, tengo el disco de El amor después del amor en mi casa que salió en el 92. Yo soy del 94. Entonces, desde que nací se escucha, y yo escucho, El amor después del amor y a Fito de manera íntima, festiva. Es un disco con el que bailé, es un disco con el que me emocioné, que canté sus canciones. Creo que mis viejos pusieron alguno de sus letras en su casamiento incluso. Después en la adolescencia empecé a descargar música y me descargué la discografía completa de Fito. Entonces me encontré con Giros, con Ciudad de pobres corazones. Es un artista que me toca mucho, que me conmueve, que admiro y ­también creo que es parte del inconsciente colectivo de la música argentina. Es casi un prócer en algún sentido.

—¿Es la primera vez que te toca encarnar un personaje contemporáneo o alguien que tenés que componer a partir de materiales, de la música y demás?

—Sí, fue el desafío más grande en ese sentido. Hacer una persona viva, vigente, no solo viva y vigente, sino de la que hay un montón de videos dando vueltas y que la gente sabe cómo se mueve, cómo habla y cómo se expresa. Y hasta ahora hice mucho teatro, pero nunca había actuado en cine. Entonces, además de que es la primera vez haciendo un personaje así, en modo biopic, también fue mi primer trabajo de visual y en ese sentido no fue un doble desafío, sino triple o cuádruple. Porque uno dice, yo quería hacer una interpretación y quería ser un actor haciendo este personaje, no quería imitar, pero también me preguntaba cómo iba a ver a la persona real y en ese sentido quería que sea una buena actuación, pero no una decepción en términos de parecido. Entonces, un poco el trabajo fue ir dejando que aparezca ese personaje y también una apuesta que hicimos fue que no sea desde el principio, que desde el primer capítulo él ya sea el Fito que conocemos, sino que eso vaya apareciendo y liberándolo cada vez más hasta que en el capítulo ocho es el Fito que finalmente conocemos, pero que durante el proceso se ve ese proceso, una especie de Breaking bad, que en vez de volverse malo, es volverse Fito, un “Breaking Fito”.

—Hablabas de la presión. Imagino lo que viviste en el proceso de creación y en el rodaje. Ahí me decías, ¿pudiste hablar con Fito, no sé, charlar con él, preguntarle cosas como para poder eso sumarlo también a la creación?

—Sí, sí. Más que presión, fue como una responsabilidad, como decir: “Esto es grande, esto lo puedo disfrutar mucho”. Tenía muchas ganas de pasarla bien, como no tenía ganas de sufrir haciendo esto y haciendo un proyecto tan grande y tan largo. Fueron ya hace dos años que estoy trabajando en esto, quería disfrutarlo y eso fue gran parte del trabajo para entender cómo encarar un proceso tan largo y tan desafiante. Y con Fito sí, sí, pude hablar. Me habló de su vínculo con el piano, de su contacto con el instrumento, con la música, de sus manos, de su pelo en escena y de qué significaba para él. Él era un joven de 20 años que estaba tocando con su mayor ídolo Charly García y quería ser visto, y Charly lo ponía de espaldas al público. Entonces, había una expectación y todo eso iba apareciendo, eso me sirvió mucho. Y también contar con su apoyo y con su bendición fue importante.

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