Entrevista Exclusiva

Magalí Cibrián: “De mi familia tomo el impulso, la lucha, la entrega y el compromiso”

En diálogo con este multimedio, la cantante y realizadora expresó sus influencias innegables por su ascendencia de artistas, mientras que presentó su nuevo material disponible en las plataformas digitales.

Formada como realizadora audiovisual y cantante solista, Magalí Cibrián es descendiente de una familia que cosechó su siembra en nuestro país, sin embargo pudo construir su propio camino. Nos cuenta los detalles de sus nuevas producciones en una entrevista íntima con diario Hoy.

—Sos artista audiovisual, pero también decidiste recorrer la música para luego incursionar en el camino como solista...

—Las primeras canciones aterrizaron hace diez años, durante un período de duelo y me ayudaron a sanar. Venía de estudiar una carrera audiovisual y tardé unos años en reconocerme como compositora. Me daba pudor asumir la osadía de estar haciendo canciones sin haber recibido ningún tipo de formación al respecto. Poco a poco la música fue abriendo camino, empecé a estudiar conceptos básicos y a conocer un poco mejor a mis instrumentos; piano y voz. Luego me fui a Brasil, donde continué desarrollando la experimentación audiovisual. Hace 5 años surgió la idea de reunir esas primeras canciones y experimentos visuales en una obra envolvente, que pudiera tomar la forma de una película en vivo. Y así nació mi primer álbum La hora azul. Trabajé los arreglos y la producción con Nacho García, y lo grabamos con gran esfuerzo. En esa experiencia me di cuenta de la falta que me hacían las herramientas elementales para sumergirme en la producción de la manera en la cual yo añoraba. Luego de lanzar el álbum me dediqué a explorar temas nuevos y a involucrarme más en la producción.

Hoy estoy presentando tres temas con sus respectivos videos musicales: Fugir, La primavera del desencanto y When, los cuales pertenecen a un nuevo disco. La producción de este comenzó en 2019, pero fue atravesada por el contexto crítico de los últimos años, y pude retomarla recién hace unos meses. Ahora voy paso a paso, aceptando los tiempos posibles de una producción independiente en estas condiciones. Sigo componiendo los temas que lo conforman y espero poder lanzarlo a comienzos del año que viene.

En cuanto a los tres temas que hoy estoy presentando, si bien transitan distintos géneros musicales, conceptualmente abordan la necesidad urgente de un cambio de rumbo. Nacen del estancamiento, la impotencia, y el anhelo de coraje. El personaje, la narradora en este caso, sabe que debe tomar una decisión crucial o de lo contrario perecerá en vida. Los desenlaces de las tres canciones representan el momento en el cual se da finalmente un salto transformador. En cuanto a mis videos y canciones en general, surgen de la necesidad de poner en música, en palabras y en imágenes distintas experiencias que me movilizan. Además, estoy escribiendo un proyecto de serie infantojuvenil que me permite abordar de una manera lúdica temas que considero urgentes. Actualmente me encuentro desarrollando el guión y recibiendo asesoramiento al respecto.

—¿Qué elementos tomás de tu familia de artistas?

—De mi familia tomo el impulso, la lucha, la entrega, el compromiso. Han sido fuente de inspiración y dejaron huella en mi camino. Tanto por parte paterna como materna la música y el arte en general han sido canales muy presentes.

Durante mi infancia y adolescencia conviví mucho con mis abuelas, quienes eran grandes amigas. Mi abuela Ana era consciente de mi naturaleza curiosa, y la alimentaba constantemente. Me fascinaba escuchar sus relatos, recorrer el siglo, inventar cuentos juntas, teníamos charlas muy profundas. Creo que ella pensaba que yo heredaría el don de la comedia, pero en verdad me estaba transmitiendo la pasión por imaginar mundos y contar historias. El amor que sembró ha sido un gran pilar en mi vida, y me siento muy agradecida.

—¿Cómo se conjugan tus caminos audiovisuales y musicales?

—Vengo de una formación audiovisual y cuando comencé a componer no me animaba a asumirme como música, decía que hacía canciones para musicalizar videos. Pero rápidamente se invirtieron los roles, y la experimentación musical me liberó de los prejuicios y exigencias que obstaculizaban mi búsqueda como realizadora. Desde aquel entonces ambos caminos han ido de la mano a lo largo de estos años. Me percibo como autora e intérprete, e intento guiarme por la necesidad de abordar lo que me moviliza, en el formato que surja y sin forzarlo dentro de un marco determinado.

—¿Cuál es la visión que tenés de la escena musical actual?

—Por un lado, me entusiasma la cantidad de voces que están emergiendo en la escena musical local actual. Sobre todo la barrera que se rompió cuando finalmente se le brindó visibilidad a grandes artistas mujeres, trans, no binarios, que siempre estuvieron pero no recibían el espacio ni el reconocimiento a sus trayectorias. Aún queda mucho camino por abrir, pero en estos últimos años se fundó un nuevo escenario cultural, que llegó de la mano del feminismo, y en el cual fue muy importante la Ley de cupo y el enorme trabajo de colectivos como Músicos Unidos.

Por otro lado, me preocupa la falta de apoyo a les artistas independientes, el desafío de la autogestión en el contexto de la crisis socioambiental global que atravesamos y en la era en la cual la generación de contenido en redes sociales pesa más que la obra.

Si bien es cierto que la tecnología nos ha permitido realizar obras desde nuestros hogares y llegar a diversas audiencias, abordar hoy una producción musical por tu cuenta implica contar con los ingresos que te permitan financiar tus proyectos y tus acciones de marketing sabiendo que probablemente no haya retorno económico. Es un enorme esfuerzo, muy difícil sostener para quien no cuenta con los recursos ni los medios requeridos, y expone el mecanismo de un sistema excluyente. Me emociona ver florecer a artistas que admiro, que arriesgan, y que abren con su lucha y deseo la escena musical actual. Son referentes y son para mí una inspiración. Pero también me pregunto cuántos artistas se estarán resignando y cuántas obras maravillosas nos estaremos perdiendo.

—¿Cómo sentís que es recepcionado tu arte en la Argentina y en el exterior?

—Sinceramente aún no lo sé. Hace muy poco que comencé a difundir mis canciones, por lo pronto han sido bien recibidas. Me sorprendió la cálida recepción en Brasil. Viví un tiempo allá y durante varios años el portugués formó parte de mi día a día. Las primeras veces que me surgieron canciones en otro idioma intenté pasarlas a español, pero no supe mantener la esencia del tema en las traducciones. Es por esa razón que Fugir fue grabada en el idioma en el cual nació. Algo parecido me pasó con When. Estaba escuchando música en inglés y hablando el idioma. Ni bien apareció la canción intenté pasarla inmediatamente al español, pero al modificarla percibí que estaba alterando la letra. Por lo tanto, decidí que ambos temas crecieran en el idioma en el cual surgieron. Probablemente si mañana llegase a oír e incorporar una nueva lengua, la misma también tendría un impacto directo en mis composiciones y me pasaría algo similar.

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