entrevista

Maite Lanata: “Pongo fichas para que el Estado sea el que esté presente para seguir cultivando nuestra cultura”

La actriz, que se encuentra en Uruguay rodando una nueva propuesta, estrena audioserie y próximamente película.

Maite Lanata es una de las protagonistas de la audioserie de KZO y Spotify Dial, de la que también son parte Luciano Rosso y Cristina Banegas, entre otros. Hablamos con la joven y talentosa actriz sobre el proyecto, la actualidad y el próximo estreno de Gatillero, de Cris Tapia Marchiori.

—¿Cómo estás viviendo estas experiencias que te están tocando de poner la voz? Lo hiciste en el cine, ahora en este podcast de suspenso, ¿cómo es un poco la Maite actriz que siempre se vale de su cuerpo y acá tiene la voz nada más? ¿es más fácil, es más difícil?

—Ese tema de más fácil o más difícil, la verdad que tiene como su particularidad, no sé si es en términos de más fácil o más difícil, sino que hay cosas que para mí sí son más difíciles y otras que son más sencillas. Por ejemplo, el hecho de tener el texto ahí e ir leyéndolo y no estudiarlo es algo que se pone más sencillo, porque bueno, descansas en eso y no en la memoria de uno, pero también está el desafío de poder decirlo sin que parezca leído, o también el poder transmitir distintas emociones que por ahí uno descansa en lo visual y acá todo lo tenés que generar desde la voz, entonces hay cosas que a uno le resultan un poco ficticias, capaz, remarcar el susto, remarcar el consuelo con la voz, capaz que le resultan artificiales y sin embargo está buenísimo para un podcast poder generar eso y utilizar otro tipo de herramientas para que al espectador, en este caso no, al oyente, se meta un poco más en este mundo inmersivo.

—A diferencia de El Paraíso, la película animada que fue doblaje, ¿esto es más fácil todavía, digamos?

—La película animada fue una experiencia muy particular porque por lo general en realidad también se hacen en peceras y en este caso, en esa peli, al director se le había ocurrido animar encima nuestro, entonces nosotros hacíamos como en una especie de pecera y terminábamos. O sea, nos estudiábamos el texto, no teníamos los guiones en el momento, íbamos diciendo el texto y obvio tenía que verificar el sonido porque era lo que se iba a crear con nosotros, pero también nos veían un poco sentados en una silla. Era como más dinámico y poníamos el cuerpo, que estuvo buenísimo y que también lo acerca mucho al actor. En cambio acá es como que es necesario ser un poco actor de doblaje, por así decir, porque utilizan otras técnicas y estás todo en un, o sea, directamente a lo sumo por ahí una silla o algo, pero por lo general no querían ningún sonido que no sea solo la voz, porque los sonidos después lo hacían por foley aparte, entonces era simplemente estar con ahí con el guión e ir leyéndolo. Fue un desafío muchísimo más grande por el hecho de que se aleja más de lo que uno está acostumbrado, yo estaba acostumbrada a poner el cuerpo y acá nada, nada.

—Antes de que te llegara esta propuesta, ¿eras de escuchar podcasts?

—En pandemia me puse a escuchar Caso 63, la historia estaba muy buena, sobre todo el guión. Estaba muy buena por el hecho de que se parecía mucho a la pandemia que estábamos viviendo, había como vínculos que decías, wow, qué loco esto, y justo ahí fue que me llamaron, me contactó Peter Lanzani para hacer una participación de Número Oculto en el último capítulo, por el 2021 creo que fue, ya terminando la pandemia, y entonces ahí me puse a escuchar otros podcasts, así de audioseries o audiopelículas, cosas así, de Spotify. Y la participación era chiquita que tuve en ese último capítulo de Número Oculto, donde también conocí a Charlie Wasserman, quien dirigió ahora también Dial, pero en ese momento solo había escrito Número Oculto, me parecieron re copados todos, la dinámica me pareció muy divertida, muy relajada, y bueno, ahí quedamos en contacto y cuando escribió esto me llamó, y así fue como vinculé con el proyecto.

—¿Y fue un sí de una?

—Fue un sí de una. La verdad que me habían quedado muy buenos recuerdos de esa jornada que fue más cortita y que tampoco es que hubo como tiempo para preparar un personaje ni nada, era como una participación así chiquita en el último capítulo de Número Oculto, y me quedé como wow, qué buena experiencia esta. Porque sí, es como que está resguardada en el texto, ahí tiene sus simplicidades, pero a su vez otras complejidades que te hacían tener un desafío que se transmite con la voz.

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