Mirta Wons reveló que fue víctima de un episodio de gordofobia durante un vuelo

La actriz debió viajar a España con el elenco de la obra Julio César, dirigida por José María Muscari, y sufrió maltrato por parte del personal de la aerolínea.

Mirta Wons detalló el maltrato que sufrió por parte de un tripulante de cabina cuando emprendía el regreso a la Argentina desde España.

La actriz, que es una de las integrantes del elenco de la obra dirigida por José María Muscari, viajó junto a sus compañeros de trabajo hacia el viejo continente con el fin de participar de la 68° edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Durante una entrevista en el ciclo televisivo Algo que contar, Wons relató el triste momento que vivió durante el vuelo de regreso al país. En esa línea, también recordó un hecho similar que sucedió con un trabajador de la televisión argentina.

Tras la pregunta de la periodista sobre el productor que le dijo que ella solo le era útil si estaba gorda y la violentó “preguntándole” si como actriz ella cobraba su salario por kilo, Mirta Wons hizo alusión al reciente hecho violento que vivió: “Seré gordita y simpática, pero no soy estúpida, y eso se paga caro. Hay cierta cosa de que el gordito debe ser más idiota que los demás. Y el que es gordo, siente que le tiene que caer bien a todo el mundo, entonces hace un plus. Y yo tenía esto naturalizado de toda la vida, porque me trataron mal”, dijo de manera contundente.

Agregó: “La última vez fue en el viaje de vuelta del Festival de Mérida, por parte de la línea aérea. Yo tenía determinado asiento asignado, porque soy grande. La producción del teatro San Martín lo había dejado seleccionado. Necesito espacio para las piernas y los asientos son muy chicos. La aerolínea me cambio de asiento y me la hizo muy difícil, porque además protesté en el mostrador. Después, ¡hasta me chequearon contra explosivos! Me castigaron por eso, por haber reclamado el asiento que la producción ya había pagado. ¡Me mandaron a un asiento en el que no entraba ni un chico!”.

“El cinturón de seguridad no me abrochaba. Tuve que pedir una extensión. ¡Es una humillación pedir una alargue para el cinturón de seguridad! Y, por supuesto, no me lo trajeron. Me castigaron por pedir un asiento para mí, que tengo características especiales. Por suerte se está pudiendo hablar de esto, pero se sigue viendo. El maltrato y el bullying no necesariamente son decirte ‘¡gorda!’”, concluyó, poniendo en evidencia las consecuencias de la profunda gordofobia que demuestra la sociedad.

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