Peter Pan, todos podemos volar: esa conexión con el niño que llevamos dentro

En diálogo con este medio, los protagonistas de la comedia musical hablaron sobre el desafío de llevar a escena la pieza que se presentará por cuatro semanas en el Gran Rex

Las vacaciones de invierno ya están aquí y dentro del gran abanico de opciones teatrales que grandes y chicos podrán disfrutar se encuentra Peter Pan, todos podemos volar, una puesta que, por segundo año consecutivo, exalta el espíritu del cuento original de Sir James Mathew Barrie, recreando la fantástica Tierra de Nunca Jamás. En este mundo, un joven que se niega a crecer, que puede volar y vive con un hada y su banda de niños perdidos se enfrentará al malvado capitán Garfio, haciéndonos reflexionar sobre ese chico que todos hemos sido alguna vez y la posibilidad que aún tenemos de recuperarlo. 

En diálogo con diario Hoy, Daniel Casablanca, actor y director artístico de la obra, y los protagonistas Fernando Dente, Ángela Torres, Gabriel “Puma” Goity, Josefina Scaglione y Meme Mateo  hablaron de la obra que actualmente se presenta en el Gran Rex.

—¿Cómo se prepararon, teniendo en cuenta que el público infantil es muy exigente?

Daniel Casablanca:—Es el segundo año que dirijo la obra y ahora me sumé al escenario como actor. Creo que está buenísimo que se puedan hacer espectáculos infantiles inteligentes, finos y donde nadie se sienta estafado: ni el padre que abona la entrada y también la pasa bárbaro, ni los niños que ven todo esto que tiene tanta magia y emoción. Este no es un espectáculo para niños muy chiquitos, aunque también la pasan bien. Para mí, va desde el abuelito hasta el bebé. No solo por la producción en sí sino porque el cuento no deja a nadie afuera, porque todos tenemos miedo a crecer, todos envejecemos, todos somos niños. 

Puma Goity:—Antes que nada hay niños que son sinceros, que si no les gusta lo que ven te lo hacen saber inmediatamente. Además, están los adolescentes y los padres que son complacientes, pero también hay que atraparlos. La obra en sí misma apunta a toda la familia y es esta variedad lo que me atrajo del proyecto. Lo importante es no dormirse en los laureles, porque el año pasado concurrieron más de cien mil espectadores. La magia del teatro hace que cada función sea una nueva, porque el público se renueva y debemos dar examen todo el tiempo. 

Fernando Dente:—Todos los públicos son iguales y así lo encaramos desde el espectáculo. Nunca estaría en una obra en la que se piense para los chicos, como si fueran seres que necesitan otras atenciones. Si hay un buen hecho teatral, los espectadores van a responder de diferentes maneras y van a completar la experiencia. Nuestro público es muy heterogéneo, y eso hace que cada función sea única.

—¿A qué herramientas apelaron para ponerse en personaje?

Josefina Scaglione:—A mi niño interior, a esa conexión infantil que todos llevamos dentro. Mi Wendy es distinta, tiene mi toque personal de ser traviesa y algo pícara. Si bien siempre es un reto el momento de encontrarse con la escenografía, el vestuario y las pelucas, siento que formamos un gran equipo y cualquier eventualidad se supera con facilidad.  

Ángela Torres:—A la creatividad y a no tener miedo ni vergüenza de hacer lo que tuviera ganas, siempre priorizando el trabajo en conjunto con el director, el coreógrafo y los compañeros. Entre todos generamos una producción divina, muy original. 

Meme Mateo:—Interpreto a Nips, uno de los cuatro niños que acompañan a Peter Pan. Somos traviesos y tenemos mucho amor para dar. Estamos felices de contar esta historia, que es bella por donde se la mire. Este año tenemos una súper producción, con nuevos compañeros de elenco. Es una obra que enamora a todas las personas y te metés de lleno en la fantasía. 

—¿Cómo es para vos, Fernando, interpretar a Peter Pan?

FD:—Es un sueño hecho realidad. Armar este personaje tan conocido por todas las generaciones no fue una tarea sencilla. Fue una creación en equipo, se trata de una reposición, porque ya estuvimos el año pasado. Ahora hay ajustes y cambios pequeños pero importantes para la historia. En esta edición el foco está puesto en qué es lo que sucede con crecer sin caer en la cosa purista de “crecer está mal”. El relato recae en cómo elegimos crecer, qué hacemos con eso, cómo nos mueven los deseos y las energías. Muchas de las escenas son conmovedoras y el público las agradece mucho. Siento que cuando son personajes tan lúdicos y compartimos pensamientos en común, uno le pone el alma al trabajo. En este caso, el personaje tiene mi cuerpo, mi energía y la creencia, aunque creo que no soy tan vanidoso como Peter Pan. Eso espero, si no avísenme (risas).

—Puma, ¿cómo encaraste este año al capitán Garfio?

PG:—El año pasado, cuando hicimos la primera temporada, estuvimos dos meses preparándonos con todo. Obviamente que esta obra tiene la complejidad de la comedia musical en cuanto a las canciones y las coreografías. En mi caso, que no me destaqué tanto en este rubro, si bien tengo antecedentes en Los locos Addams, debí ponerme a término en ocho semanas, con varias horas de ensayo diario. También hay que entrenar afuera, porque si no todo lo realizado en escena no sirve. Esto es motivo para que tu familia quiera echarte de tu casa, cuestión que me ha pasado en varias oportunidades (risas). Lo positivo es que la gente se divierte con el resultado de todo este esfuerzo cuando viene a ver la obra y disfruta de nuestro trabajo digno. Mi personaje tiene mucho de mí porque lo hago yo, malo sería que no lo tuviera. También tiene mucho de Facundo Arana y de Claudio García Satur (risas).

—¿Cómo sigue el show luego de las vacaciones?

PG:—Vamos a estar cuatro semanas acá y después empezamos una gira por Córdoba, Mendoza y otras provincias. Qué bueno sería ir a La Plata, sobre todo al Coliseo Podestá, que es tan lindo. 

—¿Conocés la ciudad?

PG:—Sí, cómo no voy a conocerla. ¿Quién no conoce La Plata? Si hacen notas con alguien que no conozca la ciudad, sáquenle el micrófono porque no es digno. La culpa es tuya que le das micrófono a alguien que no la conoce. Tengo grandes recuerdos (risas).

—¿Del Pincha o del Lobo?

PG:—Con todo respeto, tiro un poco más por el Lobo.

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