Argentina, país psicoanalizado

A 44 años del Primer Encuentro Nacional, los psicólogos celebran la profesión y explican qué lleva a un paciente a tocar la puertas de sus consultorios. Historias de angustias, estrés y desamores

Hoy se celebra en nuestro país el Día del Psicólogo. La conmemoración hace referencia al Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología, realizado en Córdoba del 11 al 13 de octubre de 1974.

A 44 años de aquella jornada fundacional, estos profesionales de la salud mental se han convertido en guías emocionales para buena parte de la población que toca sus puertas cuando no pueden superar angustias, estrés, desamores y trastornos de todo tipo.

Ser psicólogo es, sobre todo, "comprometerse con el semejante para ayudarlo con su sufrimiento, apasionarse por el alma humana" explica a diario Hoy el licenciado Guillermo Chevarro.

La díada psicólogo-paciente, agrega Chevarro, lleva al especialista a “coincidir con personas que estén dispuestas a un cambio y merece que nos esforcemos para brindar nuestra mejor versión, una mejor perspectiva, más agradable y empática con el paciente, y a la vez con uno mismo. Así podemos lograr que se potencialice el desarrollo de la persona, e incluso de nosotros”.

Es que algo especial ocurre en esa interacción. El analista se convierte en buzo del mundo interior de su paciente, nada en las profundidades del inconsciente del que tiene en frente, ese que, después de haber braceado solo y sin remedio, corre al consultorio en busca de un salvavidas que lo devuelva a la orilla.

Cada vez más argentinos lo entienden así y por eso hoy el psicoanálisis, al que le dio impulso Sigmund Freud, es la terapia más elegida: el nuestro es el país con mayor proporción de psicólogos de todo el mundo y se cree que hay unos 200 profesionales cada 100.000 habitantes.

La democracia y su amparo legal contribuyeron a esta suerte de boom: en 1985 se dictó la ley 23.277 que reglamentó los ámbitos y autoridades de aplicación, las condiciones del ejercicio profesional, sus derechos, obligaciones y prohibiciones.

Descuentan los profesionales que en tiempos de crisis como estos, Argentina seguirá liderando el ranking de ser la nación más psicoanalizada del mundo: la tristeza, la angustia y las ansiedades que generan el no poder llegar -o, lo que es lo mismo, no saber si se llegará- a fin de mes convierten al diván en una extensión del hogar.

 

 

 

Noticias Relacionadas