Científicos de la UNLP explican cómo varía el umbral del dolor

“El dolor puede exacerbarse o disminuirse mediante la desactivación o activación de interneuronas inhibitorias”, explica el Dr. Fernando Montani.

Publicado recientemente en la revista European Physical Journal B (editorial Springer Nature), el estudio de un equipo de científicos de la Universidad Nacional de La Plata aporta un gran avance para entender la forma en la que el cuerpo humano reacciona frente al dolor. El hallazgo, realizado por miembros del Instituto de Física de La Plata (Facultad de Ciencias Exactas) y el Conicet permite desarrollar herramientas para analizar de qué manera el cerebro procesa la información de los tejidos neuronales asociados a esa sensación.

Hasta la fecha, las investigaciones han demostrado que la intensidad del dolor puede estar directamente relacionada con la actividad cerebral eléctrica de las ondas gamma (con frecuencias que van entre los 30 y los 70 Hz). Estas ondas se ven alteradas por la activación y desactivación de un tipo particular de neuronas, las “interneuronas”, que conectan diferentes regiones del cerebro. Sin embargo, aún no está claro cómo afectan a este proceso las interneuronas “inhibidoras”, que impiden el paso de mensajes químicos entre estas regiones.

El trabajo del equipo dirigido por el doctor Fernando Montani (junto a los investigadores Romina De Luise, Román Baravalle y Osvaldo A. Rosso) muestra, a través de un modelo de teoría de grafos y redes neuronales, que el circuito cerebral requerido para el procesamiento o transmisión eficiente del dolor necesita estar constituido por el 20% de interneuronas inhibitorias.

“Lo que se ha demostrado es que las oscilaciones de la banda gamma están directamente relacionadas con la intensidad del dolor”, explica el doctor Fernando Montani. “El dolor puede exacerbarse o disminuirse me­diante la desactivación o activación de interneuronas inhibitorias en el cuerno dorsal”, concluye el investigador.

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