Cómo hay que alimentarse en esta época de cara al cambio de clima

Con la primavera y la temperatura más alta, se modifica nuestra forma de alimentarnos. ¿Elegir orgánico o agroecológico? ¿Es necesario consumir carne? ¿Cuánta agua debo beber? Algunas de las dudas que surgen.

Muchos dirían, más en los tiempos que corren, vegetales y frutas. Si bien esa respuesta no es del todo incorrecta, porque en verano y primavera nuestra dieta debe girar un poco más en torno a esos alimentos, no son los únicos que debemos consumir, ya que nos faltarían muchísimos nutrientes y vitaminas necesarios. En Argentina solo un tercio de la población consume al menos una vez por día frutas y verduras, según la última Encuesta de Nutrición y Salud. La cifra está muy lejos de las cinco porciones diarias recomendadas por las Guías Alimentarias para la Población Argentina.

Para saber a ciencia cierta cómo debería ser nuestra alimentación cuando el clima empieza a ser como el actual, desde diario Hoy nos comunicamos con la licenciada en Nutrición, María de los Ángeles Rose Cash Rasch, quien también se desempeña como nutricionista de planta e instructora de residentes de nutrición del HIGA “Prof. Dr. R. Rossi”, nutricionista de Fresenius Medical Care Argentina (Centro de hemodiálisis; sede la Plata), y docente de la carrera de Licenciatura en Nutrición en la UBA, la UNLP y la Ucalp.

La licenciada nos dijo: “Para llevar a cabo una alimentación saludable es importante incluir todos los grupos de alimentos y realizar al menos 30 minutos de actividad física diaria. Aunque lo ideal sería todo el año “se sugiere consumir cinco raciones de frutas y verduras en variedad de colores y tipos. Las mismas aportan nutrientes, vitaminas, minerales, fibra y volumen. Al aportar fibra y volumen producen mayor saciedad y en esta época del año se sugiere que sean crudas. Es importante hidratarse con al menos ocho vasos de agua segura al día”.

La profesional también sugiere limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con elevado contenido de grasas, azúcar y sal y por el contrario “incluir alimentos naturales como carnes magras (vaca o pollo o cerdo o pescado, entre otras), cereales, legumbres, aceites, semillas y frutos secos.

Orgánicas o agroecológicas

Una tendencia que se instaló hace tiempo en nuestra ciudad y gran parte del país es el consumo de frutas y verduras orgánicas o agroecológicas. La licenciada Cash Rash explica: “Son aquellas que han sido obtenidas evitando el uso de fertilizantes químicos, pesticidas, herbicidas, hormonas, elementos transgénicos y una amplia variedad de métodos que pueden dañar el medio ambiente. Ambas persiguen el mismo fin: una agricultura sustentable que aporte alimentos sanos, pero técnicamente no son lo mismo, por eso el costo a pagar por una o por otra también es diferente. La gran diferencia es que la producción orgánica cuenta con procesos de certificación, nacionales e internacionales, que garantizan el origen y la trazabilidad del producto que llega a manos del consumidor”. Por eso también la manera de distribuir una u otra opción es diferente. Mientras lo “orgánico” suele encontrarse más en dietéticas o casas especializadas, con los costos económicos que ello implica, las agroecológicas se reparten en bolsones de 5, 6, 7, 8 o hasta 9 y 10 kilos, con todo tipo de verduras y frutas, pero donde casi nunca se puede elegir: el bolsón viene armado y el precio es prefijado por el productor (la mayoría de las veces es barato o al mismo precio que la verdulería, pero agroecológico); se acostumbra la modalidad de envío a domicilio o take away.

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