Crean un casco que podría reducir el uso de respiradores

El dispositivo podría evitar el 30% de las intubaciones de pacientes con Covid-19 y paliar la escasez de respiradores en hospitales.

Uno de los socios tuvo Covid-19 y sufrió una dificultad respiratoria al cuarto día de estar con fiebre, lo internaron y le empezaron a suministrar oxígeno de la manera tradicional, después le pusieron una mascarilla tipo nebulización y no mejoraba. En ese mo­mento, él recordaba haber visto estos cascos y me pidió que le consiguiera uno. Nos pusimos a averiguar y en la Argentina no había”.

El relato es de Marcos Ledesma, médico y socio de Ecleris, la pyme argentina surgida en plena crisis de 2001 y que, frente a la compleja situación desatada por la pandemia de coronavirus, en solo tres meses llevó adelante el diseño de un casco de ventilación no invasiva que podría evitar, “por lo menos, el 30% de las intubaciones de los pacientes”.

En diálogo con diario Hoy, Ledesma explicó el funcionamiento del Helmet Ecleris, que ya fue utilizado en personas con coronavirus en países como Italia o Estados Unidos y que podría ser una manera de paliar la escasez de respiradores.
Cuando quisieron importar los cascos de Europa, se encontraron con que “la producción en Italia estaba agotada, ni los españoles habían podido adquirirlos para sus hospitales, porque toda la producción se la había consumido”, contó el doctor, y agregó: “Lo que hicimos nosotros fue tomar partes de esos cascos y desarrollamos todo un sistema no contaminante, cómodo para usar muchos días y apto para ser utilizado con Covid-19”.

A diferencia del fabricado en Italia, el diseño argentino es reutilizable, lo que significa una reducción de gastos significativa, teniendo en cuenta que el producto tiene un valor de aproximadamente 60.000 pesos.

El casco consta de dos piezas. La primera es un aro con cuello de silicona que se coloca sobre el paciente y se sella al cuello y tórax de la persona. Sobre esta primera pieza se coloca una burbuja de vinilo que cubre la cabeza del individuo y lo mantiene completamente aislado del entorno, uno de los factores determinantes en relación a la salud del personal médico. En este sentido, Ledesma destacó que “el personal sanitario está aterrado, los enfermeros, camilleros, está todo el mundo con mucho miedo de contagiarse, que es razonable, y con esto vos aislás al paciente. Sus virus quedan ahí adentro, y el aire que exhala sale por un filtro que hay que cambiar entre una persona y otra.

Asimismo, el dispositivo se puede conectar a las líneas de oxígeno y aire que se encuentran en las cabeceras de las camas de internación y, en caso de necesidad, también pueden conectarse a tubos de oxígeno móviles, para su uso en hospitales de campaña.

Entre las otras propiedades de este diseño, cabe destacar que puede usarse para el destete del respirador. Sobre esto, desde Ledesma aclaró que, “cuando el paciente se desintuba, se puede conectar al casco para ayudar en su proceso de recuperación, entonces podés liberar un respirador antes”.

Finalmente, uno de los dueños de la pyme, que tiene capacidad para fabricar entre 600 y 700 dispositivos por semana, recordó que “intubarse e ir al respirador es una cosa que a veces la gente no lo dimensiona, pero no es como una operación en la que uno sabe que en el 99% de los casos se va a despertar y va a volver a estar con la familia. Acá muchos quedan, y el paciente con el casco está despierto, está conectado, tiene visión, puede usar el teléfono, puede escribir, leer, está despierto, y se puede comunicar con la familia, pese a que no lo puedan visitar”.

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