Día de la Ancianidad: los nuevos desafíos de la vejez
En un nuevo aniversario de la declaración de los “Derechos de la Ancianidad” por Eva Perón, los números y los especialistas señalan los nuevos y viejos paradigmas para la tercera edad.
El 28 de agosto de 1948, en la sede del Ministerio de Trabajo, Eva Duarte de Perón proclamó a viva voz los “Derechos de la Ancianidad” que se incluirían en la Reforma Constitucional de 1949. Desde entonces, cada 28 de agosto, se celebra el Día de la Ancianidad en todo el territorio nacional y la jornada es propicia para revisar los avances, los nuevos paradigmas y las cuentas pendientes de la sociedad frente a sus propios mayores.
De acuerdo a los últimos números oficiales, en solo seis décadas la cantidad de adultos mayores de 60 años en la Argentina pasó de 1 millón a 7 millones. De esa forma, nuestro país se ha convertido en uno de los cuatro con mayor proporción de población envejecida en la región. Según las proyecciones, esa condición demográfica escalará a uno de cada cuatro argentinos en 2050. Ante el fenómeno los especialistas se resisten a ver como un “problema sociodemográfico” y reflexionan sobre los desafíos y estrategias necesarias para dar respuestas que atiendan la heterogeneidad de las vejeces.
El envejecimiento de la población es el resultado de un descenso en la tasa de fecundidad, que en Argentina pasó de 3,2 hijos por mujer en 1950 a 2,3 hijos por mujer en 2015. En simultáneo hay la disminución de los índices de mortandad en todas las edades, aparejado al aumento de la expectativa de vida, que escaló de 61,4 años en 1950 a 76,5 años en 2018. “Es uno de los mayores logros de la historia de la humanidad, pero también uno de los mayores desafíos”, dijo Enrique Peláez, demógrafo e investigador del Conicet.
Gracias a avances científicos y tecnológicos, se logró ganarle años a la vida. Sin embargo, en general esto no es acompañado por una valorización de la vejez, en una sociedad que privilegia el ser o parecer joven. “Yo tengo 70 años, pero no me he jubilado”, expresó Graciela Ojeda, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. “Soy muy activa con el tema de la computación, las tablets y los teléfonos porque tengo nietos que me aggiornan permanentemente, pero esa no es la normalidad para muchas personas. Veo cómo se manejan en los cajeros o cuando quieren hacer un reclamo por teléfono, y es un padecimiento. Son obstáculos que les ponen a las personas y nos van haciendo cada vez menos hábiles en nuestro desenvolvimiento. Necesitamos que alguien te acompañe en el aprendizaje”.
Cómo es el Decálogo que leyó Eva Perón
En aquella jornada histórica de 1948, Eva María Duarte de Perón consignó estos diez derechos para nuestros mayores. Por empezar, habló del Derecho a la Asistencia: “Todo anciano tiene derecho a su protección integral por cuenta de su familia”. En caso de desamparo, decía el decálogo, el Estado los protegería. Luego, en segundo y tercer término, el Derecho a la Vivienda y el Derecho a la Alimentación. “Sana y adecuada a la edad y estado físico de cada uno”, leyó Eva.
También proclamó el Derecho al Vestido (decoroso y apropiado al clima), el Derecho al Cuidado de la Salud Física (“Ha de ser preocupación especialísima y permanente”, dijo) y el Derecho al Cuidado de la Salud Moral (“Debe asegurarse el libre ejercicio de las expansiones espirituales, concordantes con la moral y el culto”, afirmó).
Asimismo, Eva señaló la importancia del Derecho al Esparcimiento: “Ha de reconocerse a la ancianidad el derecho de gozar mesuradamente de un mínimo de entretenimientos para que pueda sobrellevar con satisfacción sus horas de espera”. En cuanto al Derecho al Trabajo dijo: “Cuando su estado y condiciones lo permitan, la ocupación por medio de laborterapia productiva ha de ser facilitada. Se evitará así la disminución de la personalidad”. Sobre el Derecho a la Expansión proclamó: “Gozar de tranquilidad, libre de angustias y preocupaciones en los últimos años de existencia” sobre Derecho al Respeto: “La ancianidad tiene derecho al respeto y consideración de sus semejantes”.