Discapacidad y trabajo: una deuda pendiente
El 10% de la población argentina tiene algún tipo de discapacidad, pero no todos los que están preparados para trabajar acceden a un empleo.
El acceso al empleo formal para las personas con discapacidad en Argentina todavía es una deuda pendiente. Si bien hay muchos que cumplen funciones en dependencias estatales y otros en privadas, aún resta un largo camino por recorrer para que las personas puedan contar con un trabajo mediante el que puedan solventar sus vidas.
Por ley, el Estado debe garantizar un cupo del 4% en la administración pública a personas con discapacidad, pero aun así, desde la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI) señalan que este piso está muy lejos de completarse, ya que actualmente solo alcanza el 1% .
“En general no se nos considera como sujetos que podemos trabajar. En el Estado no se cumple el cupo legal, y eso trasciende a todos los gobiernos. Ahora, con la cuarentena, vimos que hay un problema grande con las personas que tienen emprendimientos productivos, no pueden trabajar y no consiguen apoyo, y esta situación abre la posibilidad de pensar la alternativa del teletrabajo”, dijo Andrea Grassia, referente de la REDI.
En nuestro país, el 10,2% de la población tiene algún tipo de discapacidad, y a pesar de que muchas de ellas tienen la edad y la formación escolar o universitaria necesaria para ingresar al mundo laboral, encuentran barreras en la falta de oportunidades de trabajo para ellos.
“Yo quiero trabajar fuera de casa porque es el modo de estar en contacto con gente, y además es superimportante que se nos vea, que se sepa que somos personas productivas. El teletrabajo es una alternativa viable para quienes lo requieran o para ocasiones complejas como un día de tormenta, donde las personas con discapacidad motriz puedan tener dificultades”, marcó Grassia.
Las personas con discapacidad tienen derecho a recibir pensiones por parte del Estado, que algunos las han señalado como insuficientes, pero representan un sostén para quienes aún no consiguen empleo, sobre todo en el contexto de crisis económica que desató la pandemia.
“Acá también tenemos que reforzar la idea de que es importante visibilizarnos como personas que ocupamos puestos de trabajo, no pensar que solo vamos a poder cobrar una pensión. Tener un empleo es fundamental para dejar de pensarnos como objeto de caridad y compasión”, subrayó la joven.