Gerardo Ferrarino

El argentino que llegó a la NASA con sus fotos

El rionegrino de 41 años, aficionado a la Astrofotografía, dice que hay que encontrar el “equilibrio” entre tomar la fotografía y poder disfrutar de los fenómenos.

La noche del 14 de junio, Gerardo Ferrarino había manejado los 95 kilómetros que separan Viedma de Bahía Creek para hacer algunas fotos. En esa ocasión coincidió que Júpiter y Saturno, vistos desde la Tierra, parecían estar cercanos. Además, el centro galáctico que dominaba la noche estaba espléndido: “Esto es lo que se llama una conjunción. Tomé la foto entre las diez y las diez y media de la noche. Me pude ubicar yo en el cuadro simulando que hacía malabares con los planetas.

Cuando llegué a casa y la vi, me gustó. Así que la envié a un portal llamado Sky que tiene NASA. Luego ellos la seleccionaron y la subieron, pero yo no me enteré, porque no me contestaron. Pasaron dos meses y un día, mirando fotos, la encontré”, contó a diario Hoy el rionegrino.

Si bien la imagen de Gerardo no fue la Foto Astronómica del Día (APOD, por sus siglas en inglés), mereció el reconocimiento de la página oficial de la NASA. “Hubiera sido la APOD si pasaba un filtro más, pero no llegué”, reconoció con modestia Gerardo, que vive en Viedma desde hace 30 años.

Su historia con la fotografía se remonta unos 10 años atrás, cuando empezó con un curso básico: “Dentro de las ramas de la fotografía siempre me gustó la naturaleza y la fotografía nocturna. El paisaje de la noche me llevó a la Astrofotografía. Hace tres años hice un curso en Bahía Blanca con Carlos Di Nallo, él me prendió la locura por la Astronomía. La combinación de las dos cosas es una pasión increíble”, reveló.

El momento justo y el lugar preciso

Fotografías como las que toma Gerardo requieren de equipamiento y planificación. Se trata de tomas de larga exposición para las que se dispone de poco tiempo para captar ese momento, ya que la Tierra gira y las estrellas dejan de ser estrellas para ser líneas. “No podés tomarte más de 20 o 30 segundos porque la foto sale movida. Por otra parte, si no sacaba la foto en ese horario, Júpiter y Saturno se iban a ir muy arriba”, explicó el fotógrafo aficionado. El momento justo y el lugar preciso, de eso se trata. Pero también hace falta un trípode, cámara y buen tiempo: “Busco un lugar oscuro sin nubes y sin Luna. La Luna es el gran farol de la noche que todo lo ilumina. Los astrofotógrafos buscamos las noches que no hay luna”.

Gerardo confesó que espera “ansioso” al 14 de diciembre, día en que se producirá un eclipse total de sol. “Estoy esperando ese momento, el espectáculo más grande que ofrece la naturaleza. Estoy pensando desde dónde voy a verlo: desde Las Grutas, Bahía Creek o el balneario El Cóndor. Voy a esperar a saber el clima e iré para donde no esté nublado. El problema va a ser que, más allá de captar el momento, quiero disfrutar del eclipse. La totalidad del eclipse son dos minutos y no quiero perderme ni un segundo. Hay que buscar un equilibrio”, concluyó.

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