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El cohete chino fuera de control cayó en el Océano Índico

La NASA sostuvo: “Pekín no compartió información”. China negó los reclamos de la agencia espacial norteamericana sobre la caída de los restos de la nave.

La Agencia Espacial de China (CMSA, por sus siglas en inglés) confirmó ayer la caída de los restos del cohete espacial 5B-Y3. La mayoría de ellos se desintegraron en la atmósfera antes de impactar. Al mismo tiempo negó las acusaciones de la NASA sobre la presunta falta de información sobre la trayectoria específica de descenso.

“El cohete Larga Marcha comenzó la reentrada ayer (por el sábado) a la tarde sobre las aguas al sureste de la ciudad filipina de Puerto Princesa en la isla de Palawan”, se expresó en el comunicado de la CMSA recogido por el diario estatal chino Global Times, citado en un cable de la agencia DPA.

Cabe remarcar que el administrador de la agencia espacial de Estados Unidos Bill Nelson, empleó su cuenta de Twitter para acusar a China de no compartir información específica de la trayectoria de reentrada. “Todas las naciones que realizan actividades espaciales deben compartir este tipo de información con anticipación para permitir predicciones fiables sobre el riesgo potencial de impacto de escombros, especialmente de vehículos pesados, como el Larga Marcha, que conllevan un riesgo significativo para la vida y la propiedad”, explicó.

En respuesta, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, desmintió estas acusaciones y aseguró que China lleva días siguiendo de cerca el proceso de reentrada. Luego, puntualizó: “China siempre ha buscado el uso pacífico del espacio de acuerdo con las leyes internacionales y la práctica consuetudinaria internacional”.

El Gran Marcha 5B despegó el 24 de julio para entregar un módulo de laboratorio a la nueva estación espacial china en construcción en órbita, marcando el tercer vuelo del cohete más poderoso de China desde su lanzamiento inaugural en 2020.

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