El coronavirus muta, y preocupa la velocidad de contagio

A más de diez meses de la aparición de la Covid-19, las transformaciones genéticas del virus podrían ser determinantes para entender su propagación acelerada.

Desde que se detectó el primer caso de coronavirus en la localidad china de Wuhan, la comunidad científica internacional se dedicó a desentrañar las características del nuevo agente patógeno para intentar responder de la mejor manera a la emergencia sanitaria y encontrar un tratamiento eficaz para evitar el aumento de contagios y víctimas fatales.

A más de diez meses del primer infectado, aún quedan cuestiones por entender. Si bien el conocimiento es mucho mayor, el ritmo de contagio en Europa es más rápido ahora que en la primera ola de infectados.

En este sentido, un estudio realizado en Estados Unidos arrojó que el coronavirus está acumulando mutaciones genéticas, una de las cuales podría haberlo hecho más contagioso.

Según el artículo publicado en la revista mBio, esta variante, llamada D614G, se encuentra en la proteína de pico que abre las células para la entrada viral.

En concordancia con el trabajo realizado en Houston, un estudio de más de 25.000 secuencias del genoma en Reino Unido encontró que esta mutación tendía a transmitirse más rápido, a la vez que causaba grupos de infectados más grandes.

El gen D614G comenzó a identificarse en Europa a finales de febrero y, si bien se ­comprobó que no es más virulento que las otras versiones de coronavirus, sí es mucho más infectivo.
Entre los puntos positivos, los científicos destacan que esta mutación no parece agravar la enfermedad en los pacientes infectados.

De acuerdo al estudio de Houston, durante la ola inicial de la pandemia, el 71% de los nuevos coronavirus identificados en pacientes de la ciudad tenían esta mutación. Con la llegada de la segunda ola durante el verano, esta variante había aumentado al 99,9% de prevalencia.

Sintomatología asociada

Una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad Médica de Viena (Austria) logró identificar siete formas diferentes en las que pueden manifestarse los cuadros leves de Covid-19.

El estudio, que involucró a 109 pacientes convalecientes y otras 98 personas sanas, concluyó que muchos de los síntomas relacionados con el coronavirus ocurren por grupos:
- Fiebre, escalofríos, tos y fatiga.
- Rinitis, estornudos, sequedad de garganta y congestión nasal.
- Dolor articular y muscular.
- Inflamación de los ojos y mucosas.
- Neumonía y dificultad para respirar.
- Problemas gastrointestinales, como diarrea y náuseas.
- Pérdida del sentido del olfato y del gusto.

Según el inmunólogo Winfried Pickl, este último grupo “afecta con mayor frecuencia a las personas con un sistema inmunológico joven”.

Al mismo tiempo, los científicos detectaron que la infección por SARS-CoV-2 deja rastros durante mucho tiempo en la sangre de los convalecientes, muy similares a una huella dactilar.

El estudio muestra que el sistema inmunológico humano se duplica “cuando se defiende de Covid-19 con la acción combinada de células inmunes y anticuerpos, como la defensa en un equipo de fútbol moderno, y que las células también son capaces de memorizar ciertos movimientos por parte del virus y responder a ellos. Ahora es cuestión de implementar estos hallazgos y usarlos para el desarrollo de vacunas altamente efectivas”, sostuvieron los investigadores de la universidad austríaca.

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