Encontraron restos fósiles de 200.000 años de un perezoso gigante en San Pedro

Según explicaron los expertos, se trata de parte del brazo de una cría de Lestodon, un género extinto de mamífero prehistórico.

En San Pedro, localidad de la Provincia de Buenos Aires, encontraron restos fósiles de un cachorro de perezoso gigante que vivió hace unos 200.000 años. Según explicaron los expertos, se trata de parte del brazo de una cría de Lestodon, un género extinto de mamífero prehistórico.

El Museo Paleontológico de San Pedro Fray Manuel de Torres explicó, a través de su cuenta oficial de Facebook, que fue hallado en el yacimiento de Campo Spósito, a 8 kilómetros del municipio bonaerense, por el Grupo Conservacionista de Fósiles del museo. Esta especie fue “un género de perezoso gigante que vivió en la región durante el Pleistoceno”, expresaron.

Asimismo, detallaron que la pieza fosilizada “fue descubierta junto a restos de otros mamíferos extintos cuyos huesos quedaron preservados en lo que fue el lecho de un río prehistórico, durante la edad Bonaerense”.

El hueso fósil de Lestodonte mide 33 centímetros, mientras que “el húmero de un Lestodonte adulto mide entre 50 y 60 cm de largo”. Por ese motivo, los expertos anunciaron que, si se tiene en cuenta que un adulto de este género medía cerca de cuatro metros de largo y unos dos metros de altura a la cruz, el “jovencito” descubierto debió haber sido de 2 a 2,50 metros de longitud y alrededor de los 1,20 metros de alto.

En el caso de esta cría, su húmero no conservó la cabeza que articula con el omóplato por la corta edad del ejemplar por “el hecho de que, siendo joven, ese cóndilo aun no estaba soldado al resto del húmero”, agregaron.

Estos animales, que datan de más de 200.000 años atrás, tenían brazos poderosos, con fuertes garras y una musculatura potente: “Sus garras no solo le servían para enganchar ramas y hojas de las que se alimentaban, sino que eran su principal arma de defensa. Se han hallado ejemplares con uñas de hasta 25 cm de longitud”, sostuvieron desde el Museo Paleontológico.

Brambilla Luciano, del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Nacional de Rosario y colaborador del Museo, exclamó que “a partir de un primer análisis, se puede determinar que se trataba de un animal juvenil en pleno desarrollo. Aunque no era un recién nacido, aun le quedaba mucho por crecer y desarrollarse”.

Además, el profesional aclaró que “es un hallazgo sumamente valioso, ya que al tratarse de un animal en pleno desarrollo corporal permitirá, en futuros estudios, conocer detalles sobre el ritmo de crecimiento de estos grandes mamíferos herbívoros”.

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