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Estudian el estado en el que se encuentran las pinturas rupestres de Inca Cueva
El proyecto tiene como objetivo general avanzar en el conocimiento del estado de conservación y de los diferentes materiales utilizados en el sitio arqueológico de Jujuy.
Un equipo interdisciplinario de profesionales llevó adelante un estudio arqueométrico de las pinturas rupestres que se hallan en Inca Cueva, un sitio emplazado al norte de la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy.
Según precisaron las autoridades jujeñas, el objetivo del trabajo estuvo puesto en avanzar en el conocimiento de los diferentes materiales utilizados en la confección de las pinturas rupestres y su estado de conservación.
Se trató de “un exhaustivo estudio arqueométrico multianalítico mediante tecnologías de punta”, que permitirá “conocer la composición físicoquímica de las pinturas rupestres y su interrelación con el sustrato”, remarcaron respecto a las tareas desarrolladas a lo largo de la última semana.
Los resultados del proyecto servirán para “profundizar el conocimiento de los materiales y técnicas pictóricas utilizadas en los distintos momentos de pintado del sitio, al igual que proveerán de valiosa información sobre los procesos naturales y antrópicos que afectaron, y afectan, a este valioso patrimonio”.
El trabajo de campo en el sitio arqueológico, ubicado a unos 48 kilómetros del poblado de Humahuaca, complementa un primer relevamiento macroscópico, finalizando con la documentación fotográfica de los motivos rupestres en distintos sectores de cueva natural y su estado de conservación en general.
El equipo interdisciplinario estuvo integrado por los profesionales Lucas Gheco, Marcos Quesada, Marcos Tascon y Fernando Marte, junto a los colaboradores Humberto Mamani, Federico Robledo, Matías Landino y Eugenia Ahets Etcheberry.
Como última etapa del proyecto, a cargo de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Turismo, se avanzará en trabajos de conservación del sitio y en un plan de gestión para su puesta en valor.
En negro, blanco y rojo, se pueden observar pictografías en paredes y techos de cuevas en el lugar, que fueron usadas durante miles de años: hay registros que datan rastros del fogón más antiguo en 9.200 años atrás y el más reciente hace 1.600 años.
Lo actualmente más visible y visitado por quienes llegan a disfrutar de los paisajes de la Quebrada de Humahuaca es una gruta de unos 40 metros de largo, cinco de profundidad y 10 metros de alto, con el grabado de figuras geométricas y de animales, entre los que destacan las llamas.