Fiestas con protocolos: cómo reducir los riesgos de contagio en Navidad y Año Nuevo
Frente al aumento de casos de Covid-19, las familias deberán adaptar las reuniones al cumplimiento de las medidas sanitarias, dejando de lado algunas costumbres que son parte de las celebraciones argentinas.
Desde la llegada del coronavirus, los argentinos debieron adaptarse a nuevas maneras de transitar el día a día para evitar contagiarse y así disminuir la circulación viral. Así como el trabajo, la educación y la manera de viajar cambiaron durante el 2020; el aumento de casos registrados en la última etapa del año obliga a poner el foco en el cumplimiento de las medidas sanitarias, hecho que también afectará la manera en la que el país celebra dos fiestas populares como son Navidad y Año Nuevo.
En la última semana, desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) aseguraron que lo más importante es “hacer una reunión al aire libre o en espacios bien ventilados y amplios, que permitan mantener un distanciamiento de 2 metros entre los invitados”.
Asimismo, recomendaron pasar las Fiestas con el grupo familiar o personas cercanas, para asegurarse de que no hayan tenido síntomas en las últimas 72 horas.
En concordancia con las recomendaciones de la SAP, el profesor Rubén Alberto Gavaldá y Castro, rector del Centro de Altos Estudios en Ceremonial de Buenos Aires (Caecba), explicó: “Ante esta situación de pandemia, evidentemente hay que repensar cómo reunirnos para mantener la tradición y la salubridad”.
En diálogo con diario Hoy, el especialista destacó la preponderancia del anfitrión en un marco como este. “Poner a disposición el hogar implica muchas exigencias. Siempre fue igual, siempre fue una situación hasta estresante para algunos. En esta oportunidad, se sugiere que el anfitrión sea aquel que tenga un espacio al aire libre, aprovechando que estas latitudes del cono sur nos permiten reunirnos en un parque, en un patio o en una terraza”, sostuvo.
De acuerdo con Gavaldá y Castro, ser responsable del lugar en un marco como este “tiene otro peso”, ya que además de las obligaciones tradicionales, “hay que aportar la cuota de higiene y salubridad”. “Si bien hay que mantener cierta sutileza para no ser grosero y no tratar a todo el mundo como si estuviera afectado por el virus, es recomendable que haya alcohol en gel en todos lados”, añadió.
En lo que respecta a la organización de la cena y almuerzo, el rector de Caecba aconsejó armar una mesa buffet de autoservicio, para liberar a los anfitriones de algunas obligaciones y evitar un “pasaplatos”.
Asimismo, apoyó a aquellas personas que utilizan elementos para personalizar la vajilla de cada comensal y evitar utilizar las copas o cubiertos de otra persona.
A la hora de brindar, Gavaldá y Castro recomendó evitar el choque de copas y apelar a la gestualidad. “Siempre hay que mantener un metro de distancia, hasta para comer. Si bien el argentino le da su toque de cercanía al brindis, quizás se pueda apelar a la lectura tradicional. El brindis partía de una bebida en común, descorchada para conmemorar, para luego buscar mirarse a los ojos y así brindar. Para ello no hace falta chocar las copas, en el país se le dio esta expresión; pero, en este contexto, podemos decir que debemos volver a la antigua fórmula y empezar a hablar a través de los gestos”, remarcó.