Hugo del Carril, un viajero que siempre regresó

Hugo del Carril murió el 13 de agosto de 1989.

Hacia la década de 1950, Hugo del Carril se había convertido en una de las figuras más codiciadas del medio artístico argentino y latinoamericano.

Una de las grandes lecciones de vida que heredó de Carlos Gardel fue siempre tener las maletas listas para emprender el viaje. Por entonces, su destino se circunscribía a recorrer el mundo, sobre todo a raíz de sus numerosas películas, algo que muchos colegas le envidiaban.

Sin embargo, el director de Las aguas bajan turbias no era del todo feliz: “La verdad es que luego de un mes lejos del terruño no se puede contra la añoranza. A mí me ocurre siempre el mismo proceso. Cuando estoy por partir, vivo entre feliz y esperanzado. Ya ausente, los primeros días pasan bien. Los restantes, soñando con la vuelta... Es que ni mi tierra es macanuda”.

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