Las dos Argentinas según Arturo Jauretche

Hacia 1943, al momento que Arturo Jauretche comprendió sagazmente que en la sociedad argentina se incubaban fuerzas de deseosos cambios, decidió escribirle una carta a su íntimo amigo José Benjamín Ábalos, en la cual desarrolló su tesis de que coexistían dos Argentinas. Una conservadora, que no quería que nada ocurra y en la cual estaba incluido el radicalismo: “Esa Argentina –escribe el autor de Manual de zonceras argentinas– tiene una apariencia poderosa porque maneja las estructuras oficiales de los partidos, del periodismo, la radiotelefonía, los gobiernos, pero esa Argentina no tiene vitalidad alguna, es un edificio caduco que subsiste por inercia”. Por otro lado, señaló que había una Argentina subterránea, joven, caótica aun, que se estaba orientando, a pesar del desorden que introducían las banderías extrañas en su seno.

De modo que Jauretche cerraría su carta con el optimismo indisimulable que le generaba aquellos primeros pasos del peronismo: “Esa Argentina joven y vigorosa va a ponerse en marcha si la bandera que nosotros hemos levantado cuenta con el apoyo de unos pocos brazos de prestigio ya consolidado”.