Los inventos más insólitos de la historia

Tomas Jefferson, el hombre que redactó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, y que la sirvió también siendo su tercer presidente, fue el inventor del sillón giratorio que hoy vemos en todas las oficinas del mundo y la cama vertical, que se multiplicó en los hogares neoyorkinos. Asimismo, Jefferson puso su inventiva al servicio del ejército. Para codificar mensajes cifrados con cierta facilidad, pero que al mismo tiempo no pudiesen ser descifrados por las huestes enemigas, diseñó una rueda de cifrado.

En el municipio de Estella, España, hubo un cura llamado Antonio Yoldi, muy versado en cuestiones sociales, que en sus últimos años devino en quimerista: había resuelto suprimir las cuestas de las carreteras mediante balancines. La altanera cumbre de Montejurre lo seducía extraordinariamente e imaginó colocar en ella un inmenso reloj, cuya hora pudiera ser vista desde media Navarra. Otro de los arbitrios que le hormigueó durante mucho tiempo fue el del “Paraguas Universal”, accionado por medio de electricidad e instalado en lo alto del Montejurre. Este descomunal bateaguas, cuya cúpula alcanzaba a cubrir medio distrito, podría ser abierto tanto cuando un sol abrasador o un chaparrón intempestivo amenazaran las cosechas.