cultura
Los secretos de algunas películas de Woody Allen
Más de la mitad de las películas filmadas por Woody Allen fueron nominadas al Oscar. Entre el genio y la polémica, su vida es un reguero de curiosidades.
Allen Stewart Konisberg nació en Brooklyn en 1935. La primera película que vio fue Blancanieves y los siete enanitos
a los tres años. Aunque hoy parezca una broma, Woody Allen fue un atleta destacado en el colegio. Jugaba al básquet y era un notable segunda base en beisbol. Es un fanático irredento de los New York Knicks.
En 1971 escribió la que iba a ser su segunda película, llamada The Jazz Baby. Pero no le gustó cómo había quedado el guión. Lo retomó veintiocho años y se llamó Dulce y melancólico, la historia de un guitarrista de jazz –Sean Penn- que se enamora de una mujer muda –Samantha Morton-. Pero en aquel año estrenó Bananas, donde encarna a su personaje más recurrente: el perdedor que persigue infructuosamente a las mujeres de las que se enamora. En esta película, interpreta un personaje exótico que se hace revolucionario por accidente, deviene en dictador de una republiqueta latinoamericana y termina acusado de traición.
Tanto en esa película como en las anteriores –Robó, huyó y lo pescaron, Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo pero temía preguntar, El dormilón, La última noche de Boris Gruschenko, busca esencialmente el efecto gracioso: “Sabía que si todo lo demás fallaba, si era la peor película jamás hecha, los chistes iban a estar bien. Así que procedí de chiste en chiste”.
Annie Hall es una de sus obras maestras. Así lo reconoció la Academia otorgándole cuatro Oscar. El standupero Alvy Singer se enamora de Annie, una neurótica a quien lleva a Hollywood. Peter Bogdanovich dijo que es una película donde todo cae en su lugar. Todo lo anterior era una sucesión de chistes enganchados; con Annie Hall empezó a hacer películas. A pesar de los premios recibidos, es una de las películas de Allen que peor taquilla hizo.
Manhattan es considerada una de sus mejores películas. Se trata de una declaración de amor a Nueva York, con una exquisita fotografía en blanco y negro, música de George Gershwin, y grandes actuaciones de Mariel Hemingway, Meryl Strepp y Diane Keaton. Pero Allen estaba disconforme con el resultado , la consideraba una película fallida , sintió que no había hecho lo que quería y rodó muchas tomas adicionales. Le ofreció a la productora hacer su siguiente película gratis si no la estrenaban. No le hicieron caso, por suerte. Obtuvo numerosos premios y dos nominaciones al Oscar.
Una de sus películas favoritas es La rosa púrpura del Cairo, en la que una mesera -interpretada por Mia Farrow-, va al cine para huir de un marido maltratador y una situación económica que no la hostiliza menos. Su vida cambia cuando uno de los actores de la película que vuelve al cine para ver una y otra vez, sale de la pantalla, e inicia con ella un romance alucinado. La historia está emparentada con el cuento Gina Lollobrigida, del escritor argentino Javier Villafañe, en el que la famosa actriz italiana sale de la pantalla para vivir una historia de amor con un gris oficinista porteño. Dijo Woody Allen a propósito de este filme: “Quería postular el problema de la realidad y la fantasía en la pantalla. Tenía esta idea de que ella viera películas y el tipo saliera de la pantalla para encontrarla. Escribí la mitad y después no pude terminarla. No sabía qué hacer. La dejé durante meses. Entonces un día se me ocurrió que el actor ‘real’ que interpretaba al ídolo de la pantalla debía llegar a la ciudad. Tiene problemas –su personaje había abandonado la pantalla–. Y ella está enamorada de los dos. Entonces debe elegir entre realidad y fantasía. Y por supuesto, ¡la fantasía es muy tentadora! Pero, al mismo tiempo, ¡de ese lado queda la locura!
Por supuesto ella elige la realidad, a la persona real. Pero él la lastima. Y entonces supe que tenía una historia”.