Más cerca: la vacuna de Oxford generó respuesta inmune en adultos mayores

El fármaco que se producirá en la Argentina avanza a paso firme en la carrera para ponerle fin al coronavirus.

La carrera por la vacuna contra el coronavirus parece no tener fin. Pero lo tiene: uno de los principales ­candidatos, el desarrollado por la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astra­Zeneca, demostró una fuerte respuesta inmune entre los adultos mayores. Esto es de vital importancia, ya que esta franja etaria conforma uno de los grupos más vulnerables de la letal enfermedad.

Hasta el momento, la administración de este fármaco no generó efectos graves en los voluntarios y, más aún, produjo los anticuerpos adecuados en mayores de 55 años, así como también las necesarias células T, cuyo principal propósito es identificar y matar patógenos invasores o células infectadas, según publicó el periódico Financial Times.

La vacuna candidata de Oxford está cursando la fase 3 de los ensayos clínicos, la última de las instancias que debe sortear antes de certificarse si es segura y si protege a la población de la enfermedad. Una vez comprobado el éxito del fármaco, la autoridad sanitaria de cada país deberá autorizarlo.

Entre México y Argentina

En agosto, el Presidente Alberto Fernández anunció que la Argentina fabricaría la vacuna de la Universidad de Oxford. Junto con México, los dos países producirán entre 150 y 250 millones de dosis, que estarán disponibles para el primer semestre de 2021. “La producción latinoamericana estará a cargo de Argentina y de México, y eso permitirá un acceso oportuno y suficiente de la vacuna a toda la región: serán los puntos referenciales”, había dicho oportunamente el mandatario argentino.

Esta decisión fue leída como un riesgo por algunos sectores, ya que todavía resta que concluyan los ensayos de fase 3 y, posteriormente, la validación de la Anmat. No obstante, desde el Gobierno confían en el camino del fármaco hacia su aprobación, por lo que pretenden tener la sustancia activa lista y poder comenzar a vacunar apenas sea aprobada, que, estiman, sería en diciembre de este año. Los trabajadores de la salud serán los primeros en recibirla, seguidos por las ­personas de riesgo. En tanto, hacia marzo de 2021 se avizora una campaña de vacunación masiva.

Marchas y contramarchas

Anteriormente, el fármaco ya había generado una respuesta inmune robusta en voluntarios de entre 18 y 55 años. No obstante, el desa­rrollo de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca tuvo contratiempos, que los expertos catalogan como “habituales” en todo proceso de búsqueda de una vacuna, especialmente en la fase 3 de ensayos clínicos.

En septiembre, las pruebas se interrumpieron luego de la reacción adversa sufrida por dos voluntarios; sin embargo, siguieron adelante cuando se comprobó que no estaba relacionada con la administración del ­fármaco. Asimismo, días atrás se supo que un voluntario en Brasil falleció de Covid-19. No obstante, esta persona pertenecería al grupo de control y habría recibido placebo y no la vacuna, por lo que las pruebas siguieron su curso.

Ahora, tras comprobar su eficacia en adultos mayores, resta que los últimos resultados sean publicados en una revista médica, revisados por pares y abiertos a cualquier examen público. “Si tienen datos que muestran que la vacuna genera una buena inmunidad, comprobada en el laboratorio, en el grupo de más de 55 años, y que incluye una buena respuesta en gente que es mucho mayor, creo que es una señal prometedora”, dijo al Financial Times Jonathan Ball, profesor de Virología de la Universidad de Nottingham.

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