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Nobel de Medicina para Karikó y Weissman por la vacuna contra la covid

“Estos descubrimientos innovadores han cambiado fundamentalmente nuestra comprensión de cómo interactúa el ARNm con nuestro sistema inmunológico”, dijo la academia sueca.

En la mañana del lunes, el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) concedió el premio Nobel de Fisiología o Medicina a Katalin Karikó y Drew Weissman por la vacuna contra la covid basada en ARN mensajero. La bioquímica húngara Katalin Karikó pasó 40 años trabajando en la sombra y desarrollando avances claves para las inyecciones. Drew Weissman trabajó con Karikó e hizo posibles las terapias a partir del ARN mensajero. Las vacunas de Pfizer (BioNTech) o Moderna lo incorporan y no existirían sin su visión. Con Karikó, son 13 las mujeres que han recibido el Nobel de Medicina.

El jurado de la Academia sueca ha destacado que otorga este galardón a Karikó y Weissman por sus hallazgos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra la covid-19. “A través de sus descubrimientos innovadores, que han cambiado fundamentalmente nuestra comprensión de cómo interactúa el ARNm con nuestro sistema inmunológico, los galardonados contribuyeron a la tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas a la salud humana en los tiempos modernos”, destacó el jurado.

Ambos premiados recibieron el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en el año 2022 por este mismo motivo. La húngara Karikó, cuyas primeras investigaciones fueron rechazadas hasta perder el puesto en la universidad, y el estadounidense Weissman, que sufrió problemas similares, fueron distinguidos el año anterior con los premios Princesa de Asturias. “Recibía una carta de rechazo tras otra de instituciones y compañías farmacéuticas cuando les pedía dinero para desarrollar esta idea”, comentó Karikó en diciembre de 2020.

Katalin Karikó, bioquímica hungaroestadounidense, nació en enero de 1955, en Szolnok (Hungría). Graduada en Biología en la Universidad de Szeged (Hungría) en 1978 y doctorada en Bioquímica en 1982, empezó a estudiar las propiedades del ARN mensajero en ese centro húngaro. En 1985 emigró a Estados Unidos con su marido y su hija de dos años.

Drew Weissman nació en Lexington (Massachusetts, EE. UU.), es profesor de Medicina en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania y trabaja sobre el ARN y su aplicación en el desarrollo de vacunas y terapia génica.

El ARN es una molécula imprescindible para la vida. Sintetizado en el núcleo de las células, lee las instrucciones escritas en el ADN y parte con ellas para que las fábricas del organismo produzcan todo lo necesario para existir. En la década de los noventa, Karikó planteó la idea de utilizar ese mensajero para curar a los enfermos. Si se introdujese en sus células el trozo adecuado de ARN, especulaba, estas producirían la proteína ausente que causa una anemia o generarían una respuesta inmune frente a una infección o incluso el cáncer. Weissman quería producir mejores vacunas y también presentía que la respuesta podía estar en la frágil molécula.

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