Nuevas revelaciones sobre la vitamina D: ¿una clave para lograr inmunidad?
Un estudio español determinó que ocho de cada diez pacientes con Covid internados en el hospital tenían deficiencia de esta vitamina. Opinan los especialistas.
Un estudio publicado por la Sociedad de Endocrinología en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism reveló que el 80 % de los pacientes con coronavirus internados en un hospital español tenían deficiencia de vitamina D. Asimismo, el informe destacó que los hombres presentaban niveles más bajos que las mujeres.
El relevamiento de los investigadores fue realizado sobre los niveles de vitamina D de 216 pacientes con Covid-19 en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en la ciudad de Santander. Al ser comparados con los niveles de 197 personas sanas, similares en términos demográficos como edad y sexo, concluyeron que la falta de vitamina D podría ser un factor en común entre las personas con un cuadro más grave de coronavirus.
Uno de los autores del estudio, el profesor de la Universidad de Cantabria José L. Hernández, sugirió que “el tratamiento con vitamina D debe recomendarse en pacientes con Covid-19 con niveles bajos de vitamina D circulando en la sangre, ya que este enfoque podría tener efectos beneficiosos tanto en el sistema musculoesquelético como en el inmunológico”.
Voces de acá
Consultada por diario Hoy, Marcela Manuzza, directora de Posgrado en Nutrición Vegetariana y Vegana de la Facultad de Medicina de la UBA y presidenta de la Sociedad Argentina de Medicina de Estilo de Vida (Samev), explicó que si bien “se ha observado que las personas infectadas que evolucionaron a formas graves tenían bajos niveles de vitamina D, no sabemos si la deficiencia predispone a la mayor gravedad de la infección o si por la infección los niveles de vitamina D descienden hasta la deficiencia”. Por esta razón, señaló: “La recomendación como profesionales es que las personas mantengan niveles adecuados de vitamina D en su sangre, lo cual se puede evaluar a través de un análisis de laboratorio”.
En este sentido, Manuzza sostuvo que “las necesidades de vitamina D se podrían cubrir tomando sol y, a través de él, fabricar nuestra propia vitamina. Sin embargo, esta producción se puede ver afectada por factores como la edad, el color de la piel, la latitud, la estación del año, vestimenta y uso de pantallas solares”. En tanto, señaló que “los alimentos fuente, naturales o procesados y fortificados, de vitamina D son pocos, por lo que resulta difícil cubrir las necesidades que, en adultos sanos con baja exposición solar, es de 15 microgramos al día”.
A este respecto, entrevistado por diario Hoy, el presidente de la Sociedad Argentina de Osteoporosis (SAO), José Luís Mansur, indicó que “la vitamina D la obtenemos del sol y de algunos peces de mar como el salmón, atún, caballa y bacalao”. No obstante, la presidenta de la Samev explicó que si las personas no pueden o no quieren tomar sol, ya sea por antecedentes de cáncer de piel, alergias, rosácea, o bien por envejecimiento celular, manchas en la piel, entre otras afecciones, “se recomienda la suplementación indicada por un profesional de la salud, ya que a determinadas dosis puede resultar tóxica”.
La vitamina D, sintetizó Manuzza, “es importante para absorber en el intestino el calcio de los alimentos, mantiene los valores normales de calcio en sangre, pero también tendría un posible rol en la prevención de las enfermedades
crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y cáncer”.