Día Mundial del ACV: la importancia de prevenir y responder a tiempo

Diario Hoy dialogó con la doctora Virginia Pujol Lereis, subjefa del Centro Integral de Enfermedades Cerebrovasculares del Fleni, quien sostuvo: “Pese a la pandemia, los médicos seguimos esperando a los pacientes para tratarlos frente a un posible caso”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes cerebrovasculares (ACV) representan la segunda causa de muerte a nivel global, siendo el primer motivo de discapacidad en adultos.

En el marco del Día Mundial del ACV, los especialistas destacan la importancia de tomar las medidas necesarias para prevenirlo y de tratarlo a tiempo para que no deje secuelas.

En diálogo con diario Hoy, la Dra. Virginia Pujol Lereis, subjefa del Centro Integral de Enfermedades Cerebrovasculares de Fleni, explicó: “En general, los accidentes cerebrovasculares ocurren a partir de una situación médica que predispone a que las arterias se enfermen, y eso es lo que llamamos factores de riesgo”.

Dichos factores pueden ser modificables o no modificables. “No puedo cambiar la edad, ni mi género biológico, ni mis antecedentes genéticos, pero sí puedo controlar otros puntos como la presión arterial, la diabetes, el colesterol y las enfermedades cardíacas. Si se controlan estos factores, se puede prevenir un ACV”, destacó la especialista.

Un accidente cerebrovascular es una enfermedad neurológica causada por alteraciones del flujo sanguíneo en el cerebro que puede ocurrir por la obstrucción de una arteria (ACV isquémico), o por la ruptura de una de estas arterias (ACV hemorrágico).

“Cuando se presenta cualquiera de estas posibilidades, el cerebro deja de recibir sangre de manera correcta y las neuronas, que necesitan de esos nutrientes que vienen por la sangre, empiezan a fallar en sus funciones y es ahí cuando comienzan a manifestarse los síntomas”, dijo Pujol, quien remarcó la importancia de tomar conciencia para actuar lo más rápido posible.

Si bien los síntomas dependen del área del cerebro que se vea afectada, pueden observarse: falta de fuerza o sensibilidad, problemas para hablar o para expresarse, dificultades para comprender lo que dicen otras personas, complicaciones para ver, problemas en la coordinación de los movimientos y dolor de cabeza de gran intensidad.

“La principal diferencia con otros cuadros es que durante un accidente cerebrovascular, los síntomas son de inicio ictal, es decir que empiezan de un minuto para otro”, señaló la doctora.

Si el tratamiento de trombólisis ayuda a recuperar de manera rápida la circulación sanguínea en el cerebro, es un mecanismo tiempo-dependiente. “Desde el inicio de los síntomas hasta la indicación de este tratamiento intravenoso, tenemos solo cuatro horas y media. Tengamos en cuenta el contexto de estar en casa o en el trabajo y que aparezca un síntoma. Eso implica darse cuenta, avisar, llamar al servicio de emergencia, que lo trasladen al hospital y recién ahí que atendamos al paciente en la guardia. Tenemos muy poco tiempo”, remarcó Pujol.

Según el Estudio Epidemiológico Poblacional sobre Accidentes Cerebrovasculares (EstEPA), elaborado por Fleni, en la Argentina se detectan entre 40.000 y 60.000 nuevos casos de ACV por año. Además, el trabajo arroja que el 2% de la población adulta del país ha tenido y vive con secuelas de un accidente cerebrovascular.

Frente a estas estadísticas y teniendo en cuenta la disminución de consultas por ACV registradas en pleno confinamiento por coronavirus, Pujol recordó: “Los médicos seguimos esperando a los pacientes para tratarlos frente a un posible caso”.

En este marco, la especialista destacó que, si bien “cuidamos mucho a los adultos mayores por la Covid-19, son la población de más riesgo por accidente cerebrovascular, por eso es bueno llamarlos por teléfono y estar presentes desde otro punto para asegurarnos que estén bien y poder detectar si sucede algo raro”.

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