Proponen crear una nueva Área Marina Protegida al norte de la península Antártica
La Argentina y Chile presentaron ante la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos un documento para regular la pesca desmedida de krill, que podría afectar la biodiversidad de la región.
El krill, un crustáceo de no más de seis centímetros de largo, es alimento de una gran variedad de peces, aves y cetáceos en aguas antárticas, pero también es capturado por la industria pesquera de varios países en los que se convirtió en una proteína de consumo humano.
En la 41° reunión de CCRVMA, que se celebró el mes pasado en Australia, la delegación argentina tuvo la oportunidad de presentar la iniciativa de protección y los países miembros de ese mecanismo multilateral acordaron incorporar la propuesta a los debates de su próximo encuentro.
El director de Política Exterior Antártica, Fausto López Crozet, quien participó de la reunión, indicó: “La creación de una AMP no implica prohibir la pesca en general, sino tener algunos sectores cerrados, otros con restricciones y otros habilitados para la industria pesquera, para que se pueda monitorear el impacto ambiental de esa actividad económica y comparar los resultados. En ese camino también estamos dialogando con países de tradición pesquera, que lo que proponen es armonizar el proyecto con la pesca de krill para que esta se pueda llevar adelante en condiciones de sostenibilidad para el ecosistema”.
El funcionario agregó: “En la última reunión hicimos un repaso que incluyó 143 capas de datos científicos que conforman la documentación más completa para un proyecto de AMP. Casi todos los países apoyan la idea salvo dos, que no es que no estén convencidos de esta propuesta en particular, sino que tienen dudas sobre el sistema de áreas protegidas en general”.
Esta propuesta binacional, que data de 2018, es el resultado de un trabajo científico exhaustivo de investigadores e investigadoras del Instituto Antártico Argentino (IAA) y su homólogo chileno. Estos estudios demuestran la necesidad de proteger el hábitat antártico en esta zona tan vulnerable al cambio climático y a una actividad como la pesca.
Durante el primer semestre de 2023 se realizará una sesión extraordinaria de la Comisión para avanzar en el establecimiento de un sistema representativo de áreas marinas protegidas en las aguas que rodean la Antártida.