Tras el accidente de Alec Baldwin el mundo del cine se pregunta si las armas de fogueo son seguras y cómo puede evitarse otra tragedia.
Tras la tragedia en el set de filmación de "Rust" donde Alec Baldwin, disparó un arma de fogueo y mató accidentalmente a la directora de fotografía Halyn Hutchins, diferentes e importantes personajes de Hollywood expresaron su consternación y reabrió el debate sobre el uso de este tipo de armas.
Entre las varias posturas, están aquellos que insisten que "si se siguen los protocolos, no debería haber accidentes", mientras que otros creen que con las nuevas tecnologías se puede obtener un resultado muy bueno sin necesidad de un arma en el set de filmación.
En este sentido, varios directores de Hollywood insistieron en que la autenticidad es algo muy importante, sin embargo también reconocen que las armas de fogueo "no siempre son tratadas con el cuidado necesario".
En algunos casos, por cuestiones presupuestarias ya que en Estados Unidos es fácil conseguir armas, se utilizan armas con capacidad real de disparo a la que simplemente se le ponen balas de salva.
Las balas de salva, son balas construidas exactamente igual a una real con la diferencia que no tiene fulminante.
¿Cómo es la regulación en Argentina?
Conseguir un arma de fogueo en Argentina es tan complicado como adquirir un arma real. Solo es accesible a las empresas dedicadas a efectos especiales al igual que la munición. La reglamentación obliga que el arma deba ser manipulada bajo la supervisión de un técnico certificado.
En ese sentido, el interesado debe presentar el arma de fogueo, que puede ser una fabricada específicamente para ese fin o una real modificada, ante la ANMaC. En ambos casos, el cañón debe estar obstruido por completo dejando el arma completamente inútil de disparar.
(Arma de fogueo con el cañón bloqueado tras ser disparada con una bala real)
La ANMaC realiza una revisación técnica que certifique que el arma no puede disparar balas reales. En cualquier caso, modificar el cañón para que vuelva a disparar constituye un delito penado por la ley.
Finalmente, las balas que se utilizan son de salva, es decir que no tienen el fulminante.