¿Qué hay en el centro de la galaxia?
Carlos Argüelles, astrofísico de la Universidad Nacional de La Plata, explicó a diario Hoy su aporte al modelo que sostiene la existencia de un núcleo de materia oscura.
El Universo está compuesto en un 85% por materia oscura, es decir, aquella que no emite ningún tipo de radiación electromagnética, por lo que no genera luz y tampoco puede ser observada directamente. La presencia de este tipo de materia puede ser detectada a partir de la influencia gravitacional y su efecto sobre los distintos cuerpos celestes que integran las galaxias.
Hace ya varias décadas que los astrónomos sostienen que la mejor manera de explicar el comportamiento de esos objetos es a través de los agujeros negros.
Luego de varios años de investigación y tras la resolución de distintas ecuaciones matemáticas, un grupo de científicos elaboró un modelo más abarcativo, que logra justificar mejor y sin basarse en distintas hipótesis, el movimiento de las estrellas en la parte externa de la galaxia.
El equipo integrado por el argentino Carlos Argüelles propone la existencia de un núcleo denso de partículas de materia oscura en el centro de la Vía Láctea, que explica este movimiento mejor que el paradigma del agujero negro.
Para desarrollar este modelo, se basaron principalmente en el estudio de dos estrellas jóvenes y brillantes, S2 y G2.
En diálogo con diario Hoy, el investigador del Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, Conicet-UNLP) señaló que “la presencia del agujero negro explica casi todas las estrellas que se mueven alrededor de su centro, el tema es que no logra interpretar del todo bien al G2, ya que tienen que usar hipótesis extra, mientras que nuestro modelo, sin ninguna otra teoría, puede explicar el G2 con mucha mejor precisión”.
Fue así que el equipo del International Center for Relativistic Astrophysics Network (Icranet) observó que las órbitas de ambos cuerpos se condicen con la existencia de un núcleo denso y compacto de materia oscura de origen fermiónica.
“Nosotros proponemos un candidato, una partícula elemental parecida a un neutrino, algo así como un electrón, pero neutro y un poco más liviano”, dijo Argüelles, y agregó: “Estas partículas tienen masa, muy pequeña, pero tienen masa.
Entonces, por la ley de gravedad, sabemos que cualquier partícula que tenga masa tiene atracción gravitatoria”.
“Nuestra teoría no solo explica mejor estas observaciones, sino que dice que eso está hecho de materia oscura, que se trata de un fermión y encima dice qué masa tiene, que tiene que ser de nueve a diez veces menor que la del electrón”, destacó.
Pero la propuesta no busca desestimar la existencia de agujeros negros, sino que hasta podría explicar la creación de los mismos.
“Cuando se van compactando, los fermiones llegan a una densidad máxima, por arriba de la cual no se puede soportar más y colapsa a un agujero negro, y esto es algo que podría aportar más luz a las teorías de formación de agujeros negros supermasivos”, señala el astrofísico que se desempeña en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP.
El próximo paso es intentar entender de qué manera influyó la cronología del Universo en la formación de estos halos de materia oscura. “Hay teorías que explican que estas mismas partículas que usamos para explicar las galaxias se habrían formado en el Big Bang, es decir, en los primeros instantes del Universo”, agregó Argüelles.
“Finalmente, después de casi cuatro décadas logramos encontrar la solución. La teoría ya estaba, la idea y las ecuaciones también, pero es muy difícil resolver esas ecuaciones y por eso estoy muy orgulloso, porque encontramos esa solución que permitió aplicarlas a estas observaciones. Voy a llevar esto hasta las últimas consecuencias”, concluyó.