Regresó al mar una tortuga verde luego de un grave cuadro de hipotermia

Se trató de un animal joven que fue encontrado varado en la localidad de Costa Chica, a mediados de julio, y que esta semana pudo volver al mar.

Una tortuga verde de corta edad regresó al mar en las playas de San Clemente durante esta semana, luego de permanecer casi dos meses en rehabilitación. El rescate se llevó a cabo el pasado 14 de julio, luego de que una vecina de la localidad de Costa Chica, al encontrar al animal varado en la playa, alertara a la Fundación Mundo Marino de su presencia.

“El animal llegó a nuestro centro de rescate con un cuadro grave de hipotermia. Presumimos que el animal se encontraba en un estado de brumación, un estado de letargo por el cual estos reptiles, en vez de migrar hacia aguas más cálidas, deciden permanecer en aguas frías, con una actividad metabólica muy baja para ahorrar energía. Dado que es atípica su aparición en esa época del año, una posibilidad es que haya sido removida del fondo marino por redes de arrastre”, explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.

Por otra parte, por el mismo estado de brumación, el animal había sido colonizado por una gran cantidad de crustáceos, tanto en su caparazón, como en aletas y en la parte inferior. Respecto al tratamiento, al animal se le brindó una terapia térmica en una pileta con agua a 25 grados para darle confort, y una fluidoterapia vía endovenosa para revertir un cuadro leve de deshidratación que también presentó al momento de su evaluación.

“Como parte del protocolo, le tomamos muestras de sangre y de material fecal. Además, dado que el 96 por ciento de las tortugas verdes vivas que ingresan a nuestro centro presentan interacción negativa con plástico, le hicimos placas radiográficas. Afortunadamente, no encontramos elementos extraños en su interior compatibles con basura marina”, sostuvo Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la Fundación Mundo Marino.

A los pocos días de ingresar al centro de rescate, el animal comenzó a comer solo y a ganar peso. “El animal respondió bien al tratamiento, el cual incluyó antibióticos y analgésicos por el dolor que le generaban las heridas que le tuvimos que tratar. Dado que mostró buena actitud y a que los parámetros sanguíneos y clínicos eran normales, le dimos el alta para ser reinsertada al mar”, concluyó Loureiro.

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