Reventó un enorme caño y se generó una laguna en el medio del desierto del Sur de La Plata

Ocurrió ayer en 134 y 90, en Altos de San Lorenzo, por lo que se desperdició una gran cantidad de agua que terminó faltándole a las casas cercanas.

En el medio del agobio por la intensa ola de calor que viene afectando a la región, la rotura de un enorme caño en la calle 90 de Altos de San Lorenzo cambió la perspectiva de los vecinos durante la tarde del viernes.

Por un lado, estuvieron aquellos que salieron con shorts de baño y ojotas a sacar el agua, que se empezaba a meter en el interior de las casas, con balde en el medio de una tarde sumamente calurosa en la que algunos no se tomaron tan mal lo que estaba ocurriendo.

Por otro lado, hubo vecinos que hasta tuvieron que ser asistidos, sobre la calle 90 entre 134 y 135, debido a que no se pudieron movilizar por sus propios medios tras quedar atrapados en el interior de las viviendas por el agua.

Según se supo, el caño que terminó reventando debajo de la tierra en la calle 90 en el Sur de La Plata estaba en mal estado y no aguantó la presión del agua con el intenso calor que rajaba la superficie en la tarde de ayer.

Los vecinos empezaron a notar que el agua comenzó a correr hacia una zona descampada o desértica después de la 90, más hacia el Sur de la ciudad, pero en un momento fue tal el caudal que también terminó afectando a los frentistas de una de las últimas calles de Altos de San Lorenzo, en el límite con Arana.

Cabe destacar que la calle 90 cruza gran parte de La Plata, desde 137 hasta pasada la 1 inclusive, aunque, en la zona de Altos de San Lorenzo (desde 137 hasta 13), es una calle angosta y de tierra que muchas veces fue usada por delincuentes para descartar cosas que se fueron robando en el centro de La Plata.

“Se están inundando las casas y necesitamos que ABSA repare cuanto antes el caño que se reventó”, expresó una de las vecinas que se pusieron en contacto con este diario para narrar lo que estaba sucediendo.

Por lo ocurrido pidieron la intervención de Defensa Civil y de los bomberos para evacuar los domicilios con personas que tienen dificultades para movilizarse ante el intenso calor.

Se estima, además, que hubo pérdidas materiales en el interior de algunas casas, pero lo que más llamó la atención fue la enorme cantidad de agua que empezó a salir desde el interior de la tierra sin que nadie lo esperase.

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