CULTURA

San Martín y un documento de estremecedora vigencia

San Martín daba a conocer en Mendoza el 27 de julio de 1819 un documento extraordinario.

El 27 de julio de 1819, San Martín hizo pública la Orden al Ejército de los Andes. Mientras en Buenos Aires el Congreso dominado por los unitarios aprobaba una Constitución centralista que terminó de colmar la paciencia del interior y dejaba abierta la puerta al establecimiento de una monarquía en el país, San Martín daba a conocer en Mendoza un documento extraordinario. No es un texto castrense ni un reglamento interno. Allí se dice que hay que llevar adelante como se puede el proyecto de hacer una patria independiente. Es decir, hay que arreglárselas con la escasez de recursos y las condiciones precarias en las que se encontraba nuestra tierra por entonces: “La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos; si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos ha de faltar; cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetita que nos trabajen nuestras mujeres, y si no, andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios: seamos libres y lo demás no importa nada”.

Dice San Martín en su proclama, con un tono que retrospectivamente parece peronista: “Compañeros del Ejército de los Andes”. ¿Qué es esto de decirles “compañeros” a los integrantes de un ejército? Sin duda, era inusual este general que entendía que por encima de los grados y jerarquías está la empresa política que convoca y unifica.

Como dijo Horacio González a propósito del ejército sanmartiniano: “No es que los grados dejen de existir, o que no se hicieran enfoques disciplinarios, sino que convocaba a la conciencia de los miembros del ejército, apelando al proyecto político superior que los hacía a todos compañeros”. Espíritu patriótico que no debe decaer en ningún argentino ni en ninguna época: “Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje”.

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