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“Si la pandemia es una ola, lo que viene detrás es un tsunami”

Diario Hoy dialogó con Sergio Lambertucci, director del Grupo de Investigaciones en Biología de la Conservación (GrInBiC), sobre la necesidad de proteger nuestros ecosistemas para evitar una catástrofe global.

Desde el Grupo de Investigaciones en Biología de la Conservación (GrInBiC), perteneciente al Inibioma-Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, publicaron recientemente distintos trabajos relacionados a la ecología y conservación de distintas especies, entre ellas, las aves carroñeras. En los últimos días, los investigadores del Conicet revelaron que el cóndor andino puede cubrir distancias de más de 170 kilómetros durante más de cinco horas sin aletear, usando distintas estrategias con el fin de optimizar el gasto energético.

Asimismo, el Grupo mostró que “estas aves se pueden exponer a patógenos que podrían ser muy nocivos para el ser humano, y hasta hay trabajos que sugieren que los podrían llegar a controlar”, explicó a Hoy Sergio Lambertucci, investigador principal del Conicet y director del GrInBiC.

Al alimentarse principalmente de carroña (animales muertos), estas aves eliminan del hábitat patógenos que podrían estar creciendo en la materia orgánica, y evitan que aumente la probabilidad de que otros animales, que sí pueden transmitir enfermedades a los humanos, se alimenten de esa carroña.
“Todo eso se hila con lo que estamos viviendo en la actualidad. El mal manejo de nuestros ecosistemas y la fauna silvestre puede producir mayores riesgos de pandemias y de enfermedades. Si bien muchas veces no somos conscientes, a menudo estas especies están cumpliendo un rol fundamental en el ecosistema, evitando que nos lleguen estos patógenos”, agregó el biólogo.

La necesidad de cambiar el rumbo

En los últimos meses, se pudo apreciar la capacidad que tienen los ecosistemas para restablecer sus condiciones ideales, siempre y cuando las sociedades lo permitan.

En este sentido, Lambertucci dijo que “lamentablemente, los seres humanos no tomamos conciencia de la gravedad de la situación hasta que no vemos que estamos realmente en problemas”, y agregó: “Si la pandemia es una ola, lo que viene detrás es un tsunami, integrado por el cambio climático y los problemas que sufren los ecosistemas, que van a impactar sobre la probabilidad de nuevas pandemias, sobre la producción de alimentos y sobre un montón de aspectos que están relacionados a nuestra salud y a la de los ecosistemas, si no cambiamos el rumbo”.

Conocer nuestra biodiversidad

“Si hacemos las cosas un poco mejor, hay posibilidades de cambiar el rumbo al que estamos yendo, que es un rumbo catastrófico”, dijo Lambertucci. Pero para ello es necesario conocer la realidad a la que están expuestas nuestras especies y los ecosistemas. “Mantener ecosistemas sanos incluyendo todos los ensambles de especies, además de ser un deber de la humanidad, es un reaseguro para nuestro futuro”, señaló.

En este sentido, la bióloga Karina Speziale, responsable de divulgación del GrInBiC e investigadora de Conicet, aseguró a Hoy que “no se puede cuidar lo que no conocemos”, por eso el equipo decidió impulsar a través de sus redes sociales distintas propuestas educativas para niños y docentes, relacionadas a la flora y fauna nativa. “Si bien leemos mucho de la importancia de cuidar al panda, a los elefantes, cuando nos toca llevar adelante acciones concretas para cuidar nuestra biodiversidad, es difícil accionar porque la verdad es que no la conocemos lo bien que deberíamos”, concluyó la investigadora. Las actividades del GrInBiC se encuentran publicadas en redes sociales así como en su página web: https://grinbic.com/.

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