Este lugar de la India se ha erigido como un ejemplo a nivel mundial al abandonar los pesticidas, dando lugar a prácticas orgánicas para la agricultura.
India, donde viven alrededor de 1.300 millones de personas, tiene como una de sus principales fuentes de ingresos la agricultura. El uso masivo de abonos químicos explotó en India a partir de la década del 60, cuando el gobierno nacional puso en marcha la llamada Revolución Verde. En este orden, el uso de pesticidas ha ido creciendo; en ausencia de buenos sistemas reguladores, los pesticidas se venden de forma indiscriminada.
Sin embargo, uno de sus estados emerge como un ejemplo ecológico a nivel mundial y se antoja imitable para reducir la contaminación ambiental a futuro. Se trata de Sikkim, ubicado a los pies de la cordillera del Himalaya, entre Nepal, Bután, China y Tíbet.
Este estado de la India fluye como una utópica realidad paralela, donde se ha prohibido el uso de pesticidas y de agroquímicos.
Hace 18 años atrás, el Frente Democrático de Sikkim se propuso abandonar los abonos químicos y abrir paso a los orgánicos. A partir de entonces se inició un proceso gradual que tenía el objetivo de abandonar los abonos químicos y dejar paso a los orgánicos; primero, con una disminución en los suministros y más tarde, convirtiendo el uso de pesticidas químicos en delito.
Además de la prohibición de pesticidas y agroquímicos, Sikkim también impidió el uso de botellas de plástico.
Tal es así que en 2016 todas las tierras agrícolas de Sikkim, unas 75.000 hectáreas, fueron certificadas como orgánicas. Hoy en día ni siquiera se permite importar de otros estados indios verduras que no sean orgánicas, una medida que disparó los precios locales.
Recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) premió a Sikkim, que es el “primer estado orgánico en el mundo” por sus políticas agrícolas al promover sistemas de producción sostenibles y por involucrar en ellos a los más de 60.000 agricultores que viven allí. En ese orden, el Centro para la Agricultura Sostenible (CSA) de la India ha indicado que la transición que ha llevado a cabo Sikkim ayudó al estado a conservar sus recursos naturales, su biodiversidad y el sustento de sus habitantes, además de mejorar la salud de sus ciudadanos y mantener el ecoturismo en auge.