Suelta de globos contra la violencia y un mensaje del nuevo director del Hospital de Niños

La agresión que sufrió la pediatra María Cañete en el Hospital de Niños trajo a colación una serie de medidas que los integrantes del equipo médico del lugar buscan implementar: este lunes se realizó una suelta de globos y hubo un acto a modo de protesta para generar consciencia sobre el estado que muchas veces tienen que pasar los facultativos en el momento de comunicar las noticias o dar los partes médicos de los niños a los padres.

La intención de la suelta de globos fue manifestarse en contra de los malos tratos y agresiones de aquellas personas mayores que suelen acompañar a los menores que son atendidos en el lugar y muchas veces, envueltas en el dolor que significa recibir una mala noticia, terminan descargando su fastidio con los médicos. Si bien en el mencionado Hospital de Niños hay una guardia de la policía para abordar casos extremos de exaltación, el lugar es muy grande y no se alcanza a cubrir todos los sectores que muchas veces requieren de una contención por parte de la fuerza pública, como por ejemplo en la guardia.

Según pudo constatar este diario, los pediatrías, residentes y enfermeros han demostrado un enorme grado de voluntad para seguir trabajando ante una enorme demanda de consultas y urgencias que llegan a este lugar, pero se percibe cierto grado de desgaste ante los reiterados hechos de tensión que se viven con los padres o familiares de los niños.

Cabe recordar que el Hospital de Niños de La Plata recibe pacientes de toda la Provincia de Buenos Aires, por lo que muchas veces hay adultos que se quedan a pasar semanas enteras, internadas a la par de los niños que están recibiendo atención, y el grado de tolerancia en el trato con otras personas en ocasiones se termina diluyendo. En contacto con este diario, el nuevo Director del Hospital Gustavo Sastre, confirmó que son alrededor de 600 médicos especializados en pediatría los que están ligados trabajando en el Hospital, a los cuales se les suman 1.000 enfermeros y otros especialistas que completan un total de 2.500 trabajadores que están ligados al Hospital.

“Estamos trabajando con un equipo interdisciplinario para contener a los médicos que sufren situaciones de violencia. Y también estamos trabajando para motivar a más residentes para que cada vez haya más especialistas dentro del Hospital”, comentó el director.

La preocupación dentro del cuerpo de médicos, y en especial de aquellos que llevan muchos años en el lugar, es que el crecimiento de la actividad de la medicina privada derivó a que se genere una competencia desmedida en cuanto a los salarios: no es lo mismo el sueldo que pagan en una clínica privada, que tiene convenios de atención con las prestadoras de servicio privadas y más caras del país, a un hospital estatal, cuyos salarios se rigen y regulan por acuerdos paritarios y se van actualizando de forma semestral.

De allí que muchos pediatras han optado por abandonar el Hospital de Niños y dejar sus puestos de trabajo para cambiarlos por otros que están mejor remunerados, dentro de clínicas privadas, muchas de ellas en la ciudad de Buenos Aires.