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Confirmaron un caso de canibalismo de hace 1.45 millones de años

Se trata del más antiguo del que haya registro. El dato se desprende del estudio de un fósil humano que se encontraba en un museo en Kenia.

Un equipo de paleontólogos de Estados Unidos descubrió el caso más antiguo de canibalismo en toda la historia humana. El suceso data de hace 1.45 millones de años y se llegó a esta confirmación gracias al estudio de una pierna fósil humana que se encontraba en un museo de Kenia. Estos restos pertenecientes al Museo Nacional de Nairobi ya habían sido estudiados en su momento, pero fue recién ahora que se dieron cuenta de este particular hallazgo.

Briana Pobiner, líder de la investigación, explicó que estaba buscando rastros de mordeduras de animales cuando dio con este fósil que fue hallado en la década del 70. Según detalló el equipo a cargo, el hueso tenía en uno de sus extremos varias marcas rectas y paralelas que no podían haber sido hechas por los dientes de ningún animal. Asimismo, comentaron que el análisis de los modelos 3D de la superficie del fósil revela que las marcas eran las cicatrices que dejaron las herramientas de piedra usadas para infligir las heridas. En sí, de los 11 cortes descubiertos, nueve de ellos fueron realizados con herramientas de piedra, mientras que los otros dos los atribuyen a los mordiscos de un gran felino. Hasta la fecha, el caso más antiguo de homínidos comiéndose a otros de su misma especie es el de 10 individuos, donde la mayoría eran niños y adolescentes, que fueron asesinados, descuartizados, descarnados y devorados por sus congéneres hace aproximadamente 900.000 años en Burgos, España.

“Tanto los humanos modernos como nuestros antepasados han practicado el canibalismo y este hallazgo nos muestra cómo de antigua es esta práctica. La información que tenemos nos dice que probablemente aquellos homínidos ya se comían a otros homínidos hace al menos 1.45 millones de años. Hay muchos otros ejemplos de especies del árbol evolutivo humano que se atacan entre sí para nutrirse, pero este fósil sugiere que nuestros lejanos parientes empezaron a hacerlo mucho antes de lo que pensábamos”, explicó Pobiner, quién además agregó: “Parece más probable que la carne de esta pierna se comiera para nutrirse en lugar de realizarse para un ritual”. Sobre esto último, remarcó que así lo piensa por las marcas de corte, que están localizadas donde el músculo se adhiere al hueso, que termina siendo un buen lugar para contar con un buen pedazo de carne. Además, las marcas están orientadas de la misma manera, por lo que “serían compatibles con que se hubieran hecho sucesivamente empuñando la herramienta de piedra”.

En torno al fósil, los expertos indican que inicialmente fue identificado como un Australopithecus boisei y, posteriormente, en 1990, como Homo erectus. A la fecha, coinciden en que no hay suficiente información para asignar el fósil a una especie particular de homínido.

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