Vandalizaron cestos y reclaman por pérdidas de agua en Barrio Norte

A metros de la parada de colectivos de 7 y 33 apareció la basura desparramada por toda la vereda. En 11 entre 34 y 35 el tránsito peatonal quedó anulado por una enorme pérdida.

No fueron pocos los vecinos de Barrio Norte que amanecieron con postales impensadas en las primeras horas del martes.

Por un lado, a metros de una tradicional heladería de 7 y 33, el cesto de basura metálico de un edificio que está sobre la avenida apareció vandalizado y toda la basura desparramada por la vereda.

La primera versión indicaba que un grupo de alumnos de la escuela que está enfrente de este lugar se habría juntado durante la madrugada del martes y, “entre otras cosas”, habrían decidido desparramar la basura. Sin embargo, los comerciantes de la zona le atribuyen el hecho a un hipotético choque de una moto que habría perdido el control y habría terminado inclinando el cesto en horas de la noche.

Para el caso, la basura permaneció sobre la vereda a muy pocos metros de la parada de colectivos y durante las primeras horas del día los usuarios del transporte público tuvieron que esperar los micros entre las bolsas.

A unas cuadras del lugar, en tanto, se duplicó el pedido a la empresa ABSA para poder solucionar una vieja pérdida de agua en la vereda de la calle 11 entre 34 y 35. Allí, al lado de un chalet, hay un terreno abandonado desde donde brota una enorme cantidad de agua hacia la calle.

Por esta situación, no son pocos los vecinos y vecinas que deben cruzarse la calle cuando salen a hacer mandados, o los niños que no pueden caminar con las mochilas cuando van o vienen de las escuelas por el agua.

Lo que más preocupa en el barrio es que, al partir el agua desde un lugar que no está habitado, no se tiene certeza de que los dueños del terreno puedan estar interesados en lo que está ocurriendo, y consecuentemente no terminen fortaleciendo los reclamos, como todos esperan.

Cabe recordar que las pérdidas de agua en la vía pública responden en muchos casos al estado de las cañerías y de los caños subterráneos, cuyo mantenimiento depende de la empresa ABSA.

Por otro lado, a diferencia de lo que había ocurrido al comienzo de la semana, en la esquina de 10 y 38, en el mismo Barrio Norte de la ciudad, se procedió al retiro de los escombros que también habían despertado comentarios entre los frentistas de la zona.

Lo curioso del caso es que la montaña de piedras y materiales estaba tapando parte de una rampa de acceso para sillas de ruedas, lo cual provocó indignación entre las personas que requerían utilizarla.

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