Biden admitirá a miles de migrantes mexicanos

A partir de la próxima semana, unas 25.000 personas que ya tienen activos sus pedidos de asilo podrán ser aceptadas en los Estados Unidos. Los cruces fronterizos procesarán hasta 300 individuos por día.

Con un programa de admisión en tres cruces de la frontera con México (San Ysidro, en California; El Paso y Brownsville, en Texas), el gobierno de Joe Biden anunció que admitirá gradualmente a miles de migrantes mexicanos en el territorio de los Estados Unidos. La medida, aplicada inicialmente para aquellos solicitantes que ya tienen activos sus pedidos de asilo y permanecen a la espera de una respuesta, plantea un profundo cambio político con respecto al gobierno precedente.

Durante el mandato del expresidente Donald Trump, se promulgaron los Protocolos de Protección a Migrantes (también conocidos como Remain in Mexico, es decir, “Quédate en México”) para que los solicitantes de asilo tuvieran que esperar la resolución de su caso en un “tercer país seguro”. En el caso de los migrantes de Centroamérica, se les demandaba que hicieran su período de espera en México, mientras los tribunales de inmigración de los Estados Unidos procesaban sus diferentes casos.

La medida de Biden propiciaría que, a partir de la próxima semana, unas 25.000 personas que ya tienen casos activos puedan ser aceptadas. Los solicitantes deberán registrarse y pasar una prueba de Covid-19 antes de acercarse a los cruces fronterizos que, se anunció, procesarán hasta 300 personas por día. Para evitar que el cambio de política provoque un aluvión de cruces ilegales, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo: “Las personas que no son elegibles en esta fase inicial deben esperar más instrucciones y no viajar a la frontera”.

Según esta nueva política, los migrantes serán admitidos y estarán en libertad, mientras son citados para comparecer ante los tribunales en ciudades cercanas o en donde tengan familiares que los acojan. “Como ha dejado en claro el presidente Biden, el gobierno de Estados Unidos está comprometido con reconstruir un sistema de inmigración seguro, ordenado y humano”, dijo Mayorkas. “Esta última acción es otro paso en nuestro compromiso de reformar las políticas de inmigración que no se alinean con los valores de nuestra nación”.

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