En España impidieron el ingreso de miles de personas en la frontera con Marruecos, donde pusieron a militares a controlar. En el mar Mediterráneo naufragó un barco que zarpó desde Libia con migrantes africanos, dejando 90 personas a la deriva.
La situación de los migrantes, en su mayoría africanos, que intentan llegar a Europa por tierra y por mar es sumamente compleja y en las últimas 24 horas se dieron hechos que retrataron la crudeza a la que están expuestos.
Uno de los dramas se vio en la región de Ceuta, un enclave español en la frontera con Marruecos, al que miles de personas intentaron entrar por segundo día consecutivo, mientras crece la tensión entre las autoridades diplomáticas, por lo que el país europeo desplegó a las fuerzas militares allí.
Según los datos del Ministerio del Interior español, 7.000 personas cruzaron la frontera en la madrugada de ayer, entre ellas, 1.500 menores, y al menos 3.800 adultos que ya fueron devueltos a Marruecos.
“Quiero trasladar a todos los españoles y especialmente a quienes viven en Ceuta y Melilla que vamos a restablecer el orden con la máxima celeridad. Seremos firmes ante cualquier desafío, ante cualquier eventualidad y bajo cualquier circunstancia”, manifestó el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Para aliviar las tensiones con el país vecino, Sánchez puntualizó que “como presidente del gobierno siempre he creído firmemente que Marruecos es un país socio, un país amigo de España, y así debe seguir siendo. El cuidado de nuestras relaciones ha formado parte desde siempre de la política española, también de mi gobierno. Y así debe seguir siendo. Mi deseo es seguir estrechando esta relación de amistad”.
Por su parte, Juan Jesús Vivas, presidente de Ceuta, dijo que fue “una invasión muy fuerte”, a la vez que marcó que “el Ejército está en la frontera con un papel disuasorio, pero hay una gran cantidad de gente del lado marroquí esperando para entrar”.
La principal funcionaria de migración de la Unión Europea (UE), Ylva Johansson, dijo ante el Parlamento europeo que “lo más importante ahora es que Marruecos sigue comprometido a prevenir las salidas irregulares y que aquellos que no tienen derecho a permanecer sean devueltos de forma ordenada y efectiva”.
Asimismo, se produjo otro hecho dramático que involucra a los migrantes que buscan llegar a Europa para huir de los conflictos armados en sus países, con el naufragio de un barco que zarpó desde Libia con destino a Europa, donde más de 50 personas resultaron desaparecidas.
Según el vocero del Ministerio de Defensa de Túnez, Mohamed Zikri, unas 90 personas que buscaban ingresar de manera clandestina a Europa iban a bordo del barco, de las cuales 33 fueron rescatadas por las autoridades.
Partiendo de las referencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Mediterráneo central conforma una de las rutas migratorias más mortíferas y allí, en la jornada del lunes, la marina tunecina rescató a más de 100 migrantes, oriundos en su mayoría de Bangladesh y Sudán, cuya embarcación estaba por hundirse en las cercanías de la isla de Yerbá.
La ONU también reportó que ola migratoria tuvo su pico en 2015, cuando más de 1 millón de personas trataron de iniciar una nueva vida en Europa llegando a través del mar, pero miles de ellos murieron ahogados en naufragios.