Con mayoría de independientes, Chile le pondrá fin a la Constitución de 1980 de Pinochet
El pueblo chileno le dio la espalda al presidente Sebastián Piñera y consagró a las nuevas generaciones políticas y a candidatos de izquierda. En noviembre habrá elecciones presidenciales y el panorama es incierto.
Los resultados de las elecciones celebradas entre el sábado y el domingo en el país trasandino pusieron al gobierno de Sebastián Piñera contra las cuerdas. Esto es así porque los grandes ganadores fueron las nuevas generaciones políticas, nacidas al calor del estallido social de 2019, que en los próximos 12 meses tendrán un papel protagónico en la redacción de una nueva Constitución que reemplazará a la aprobada en 1980 por el dictador Augusto Pinochet.
El último fin de semana, los chilenos votaron por los 155 miembros de la Convención Constituyente, 345 alcaldes, 2.252 concejales y 16 gobernadores regionales. En suma, más de 22.000 candidatos se disputaron 2.678 cargos, lo que significó la elección más grande en la historia de Chile.
Muchos analistas definieron como un “terremoto político” los resultados electorales, que le dieron la espalda no solo al presidente Sebastián Piñera, sino a todas las fuerzas tradicionales.
Los resultados
Con el 100% de las mesas escrutadas, los candidatos independientes –entre los que hay feministas, ambientalistas y defensores de derechos humanos sin experiencia partidaria ni trayectoria en cargos de elección popular– se consagraron como los ganadores al obtener una mayoría de 48 escaños en la conformación de la Convención Constituyente.
En tanto, las alianzas de los partidos de izquierda, reunidas en las listas Apruebo Dignidad y Lista del Apruebo, se quedaron con 27 y 25 puestos, respectivamente. Por su parte, Vamos por Chile, la coalición de derecha que representa al oficialismo, obtuvo 38 espacios. Esto no conformó a Piñera y compañía, ya que aspiraban a al menos 52, lo que les habría permitido tener derecho de veto, entre otros beneficios.
La Convención se completa con los representantes de los pueblos indígenas chilenos (mapuche, aimara, rapa nui, quechua, atacameño, diaguita, colla, chango, yagán y káwesq), que ya tenían reservados 17 escaños.
La Asamblea Constituyente era una de las principales expectativas de estas elecciones, ya que será el órgano que cambiará la Constitución que todavía rige en Chile y que es heredada de la dictadura que Augusto Pinochet encabezó durante 16 años (1974-1990). En octubre pasado, el país celebró un plebiscito en el que casi el 80% de los ciudadanos votó por renovar la ley fundamental.
Otro aspecto que marcó el carácter inédito de la votación fue la elección de los 16 gobernadores regionales, que por primera vez fueron designados a través del voto popular, ya que anteriormente eran nombrados por el presidente.