Estados Unidos confirmó que administrará la tercera dosis contra el COVID-19

Desde el gobierno norteamericano aseguraron que necesitan cumplir dos aprobaciones para llevar a cabo esta política: el visto bueno de la FDA y la recomendación de un comité asesor de vacunas de los CDC.

Ante el avance de la variante Delta y algunos estudios que dicen que la protección disminuye con el correr del tiempo, Estados Unidos anunció hoy que ofrecerá una tercera dosis contra el COVID-19 a toda su población.

Esta decisión contrapone los dichos de la Organización Mundial de la Salud que le había pedido que done más dosis a los países con mayor dificultad hacia el acceso de las vacunas.

"Los datos disponibles muestran claramente que la protección contra la infección por SARS-CoV-2 comienza a declinar con el tiempo después de las primeras dosis de la vacuna", según informó un comunicado de los altos funcionarios, entre los que se encuentra la directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky y Janet Woodcock, directora interina de la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

"Según nuestra última evaluación, la protección actual contra enfermedades graves, hospitalización y muerte podría disminuir en los próximos meses, especialmente entre aquellos que están en mayor riesgo o fueron vacunados durante las primeras fases del lanzamiento de la vacuna", expresaron.

Esto quiere decir que quienes hayan recibido la monodosis de la vacuna Johnson & Johnson podrían sumarse a esta medida, aunque las autoridades necesitan evaluar más datos antes de hacer una recomendación formal.

Posiblemente, durante este miércoles, el presidente, Joe Biden y funcionarios de salud den una conferencia de prensa para aclarar esta temática, de acuerdo a lo que informó la cadena NBC.

Para países como Argentina, esta medida representa un revés bastante importante ya que la OMS había dejado explícitamente la suspensión de la administración de las terceras dosis, ya que el objetivo era donar estas a las regiones más atrasadas en sus campañas y lograr la meta de que al menos el 10% de la población de cada país esté inmunizada para fin de este año.

"Necesitamos cambiar las cosas urgentemente: que la mayoría de vacunas dejen de ir a los países ricos para que vayan a los pobres", declaró el director general del organismo sanitario, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

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